La Policía vigila a los ciclistas que se manifiestan en las inmediaciones de la estación de Atocha. / MARÍA EUGENIA ALONSO
huelga general

Atocha, estación fantasma

La principal estación del país amanece vacía, sin movimiento de trenes ni pasajeros, en contraste con sus alrededores, donde los piquetes han cortado el acceso al centro

MADRID Actualizado: Guardar
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Normalidad y normalidad. El día de la primera huelga general contra el Gobierno de Zapatero ha amanecido sin sobresaltos ni incidentes. Eso sí, con tráfico, mucho más trafico del habitual, en previsión de las dificultades que podría presentar hoy el transporte público.

En la ciudad de Madrid el metro en la primeras horas de la mañana ha funcionado razonablemente bien y, según datos de la Comunidad, los servicios han alcanzado el 87%. En las estaciones del suburbano, la megafonía recordaba que había servicios mínimos y una voz pedía a los viajeros que "disculpasen las molestias". Más problemas han tenido los trenes de cercanías y los pasajeros se han quejado de que tardaban demasiado y no llegaban al trabajo. "Hemos tenido que esperar una hora en la estación de Valdemoro", reclamaba un matrimonio a su llegada a Atocha, "ahora tenemos que esperar otra hora más para coger el tren que nos lleve hasta Aravaca", denunciaba. "La odisea del día", se lamentaba María, otra de las pasajeras afectadas que desconocía cuándo podría llegar a trabajar.

Ante todo paciencia y resignación. Especialmente para los miles de madrileños que esperaban esta mañana en las paradas de autobuses, apenas un 14% de los vehículos ha podido salir de cocheras ya que, aunque los conductores han acudido a trabajar, los piquetes han impedido su paso. Ha ocurrido en las cocheras de Entrevías, Elipa y Fuencarral, donde se han registrado además roturas de lunas y espejos. A pesar de que los servicios mínimos fijados eran del 50%, los autobuses han salido con cuentagotas: 150 de los 958 previstos.

Andenes desiertos

La estación de Atocha ha despertado inusualmente vacía, con un discreto despliegue policial. Pasillos desiertos, paradas de taxi sin clientes. Los escasos viajeros se concentraban en torno a las cafeterías de la estación a la espera de la salida de su tren. Sólo los extranjeros se sorprendían a su llegada. "No sabíamos nada" reconoce Anna, una joven inglesa que espera poder llegar a Valencia a la boda de una amiga. Los trenes de Media distancia y los internacionales han quedado fuera de los servicios minímos.

No es el caso de Rafa, un joven sevillano que, pese a tener asegurada la salida de su AVE, ha decidido acudir a Atocha con cinco horas de antelación. "Nunca se sabe", declara en medio de una estación desierta. "No he encontrado ningún problema al venir", aseguraba sorprendido de haber podido coger su combinación metro-autobús sin contratiempos.

Los comerciantes que han abierto su tienda reconocían que hoy iban a hacer poco negocio. "No hay gente, prácticamente no he vendido nada en toda la mañana", admitía Rosa desde su puesto de bebidas y comidas. "Confiemos en que esto cambie, no es un buen momento como para perder la caja de un día", espetaba.

Activistas retenidos

La tranquilidad que se respiraba en la estación contrastaba con el ambiente caldeado de sus inmediaciones. A las 8.30, medio millar de ecologistas que participaban en una marcha ciclista a favor de la huelga general ha cortado el carril de acceso desde Atocha hasta el centro de la ciudad. Los ciclistas han pedaleado al grito de "Queremos dignidad", "Zapatero, ésta es tu democracia" y "Cuatro millones de parados".

Ante el caos generado, la Policía se ha visto obligada a intervenir y les ha retirado de la carretera. "Somos ciclistas, no terroristas", increpaban los manifestantes a los agentes apostados frente al Ministerio de Agricultura. El cordón policial se ha mantenido durante una hora en las inmediaciones de Atocha y se ha saldado con un activista detenido. Éste ha sido el único incidente en una estación prácticamente muerta.