Alberto de Mónaco recorre los pasos de su tatarabuelo en Santander
El príncipe está en Puente Viesgo y, tras almorzar en el Balneario, visitará La Pasiega y Las Chimeneas antes de coger su avión privado hacia Montecarlo
PUENTE VIESGO Actualizado: GuardarAlberto II de Mónaco está en Puente Viesgo recorriendo los pasos que siguió su tatarabuelo en la cueva de El Castillo, en Puente Viesgo. El príncipe ha calificado de "fantástico" el paisaje de Cantabria y ha reconocido que era la primera vez que visitaba la región. Nada más llegar a la entrada de la cueva, el presidente Miguel Ángel Revilla le mostró una gran piedra que simula un hacha bifaz con 125.000 años de antigüedad y que fue instalada allí hace 50 años. El principe leyó la inscripción que su propio tatarabuelo escribió en el libro de visitas de la cueva y que dice: "Una de las glorias de España será siempre el haber contribuido de una manera tan brillante a establecer la verdadera historia de la humanidad".
En la puerta de El Castillo le esperaban el alcalde de la localidad, Rafael Lombilla; el coordinador de las cuevas, Marcos García Díez; y el ex director de la cueva, José María Ceballos. Una vez en el interior y rodeado de fuertes medidas de seguridad, Alberto de Mónaco descubrió una placa con la que el Gobierno de Cantabria reconoce el patrocinio de la Familia Real de Mónaco en el descubrimiento de las cavidades de Puente Viesgo.
Tras la visita y poco antes de la una y media, el príncipe y todo su séquito se dirigieron al Hotel Balnario de Puente Viesgo, donde les esperaban las mujeres de Miguel Ángel Revilla -Aurora Díaz- y del consejero López Marcano -Pilar Estrada-. En total, la mesa estaba preparada para quince comensales.
En el hotel-balneario todo está preparado desde primera hora de la mañana. En la puerta del establecimiento, le recibieron la propietaria del Balnerario, María Ángeles Pérez, y el director, Carlos Otí, que entregaron al príncipe una placa en reconocimiento a la Casa Real de Mónaco por el patrocinio en 1910 de las excavaciones de El Castillo. Tras este recibimiento, el grupo pasó al comedor, donde tal y como manda el protocolo, los camareros sirvieron la mesa vestidos con uniforme y guantes.
Gran expectación
El príncipe llegó a Puente Viesgo tras visitar en Santander la exposición 'Las cavernas de la región cantábrica', una muestra con la que se conmemora el centenario de las excavaciones de la cueva de El Castillo y de la fundación del Instituto de Paleontología Humana. En el Mercado del Este le esperaba un centenar de personas, entre periodistas, agentes de seguridad y vecinos de la ciudad, que querían ver de cerca de Alberto de Mónaco. Hasta allí llegó en un vehículo monovolumen junto a Miguel Ángel Revilla y el consejero López Marcano, y antes de entrar, Alberto de Mónaco saludó al alcalde de Santander, íñigo de la Serna; al director general de Cultura, Justo Barreda; al director general de Deportes, Fernando Castro; y al concejal de Cultura de Santander, César Torrellas.
Para la ocasión, el príncipe vestía de manera informal con un pantalón de color verde oscuro y una camisa de cuadros marrones y beige. Durante el recorrido de la muestra, el príncipe estuvo acompañado por el presidente Miguel Ángel Revilla, el consejero de Cultura, López Marcano, y el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, así como por el embajador de Mónaco en España, Patrick Van Klaveren; el director del Instituto de Paleontología Humana de París, Henry de Lumley, y su adjunta, Amélie Vialet. Una guía les fue explicando cómo vivían los hombres en la Prehistoria, y Alberto II se mostró muy atento y no dudó en pulsar los paneles interactivos.
A la salida de la exposición, el príncipe firmó en el libro de visitas dejando una larga dedicatoria escrita en francés y se hizo fotos con varios de los vecinos que se arremolinaron en las inmediaciones del Mercado del Este. De allí se fue a Puente Viesgo en el mismo monovolumen que le trajo desde Parayas.