Doble ración familiar para despedir el festival
El chino Liu Hao y la argentina Victoria Galandio hacen dos retratos sobre el principal núcleo social en 'Addicted to Love' y 'Cerro Bayo'
SAN SEBASTIÁN Actualizado: GuardarDÍa de la familia en San Sebastián. Las dos últimas películas a concurso en Zinemaldia le han dado una vuelta de tuerca más a uno de los pozos infinitos del cine: la familia. El chino Liu Hao ha presentado Addicted to Love, una conmovedora historia de amor entre dos ancianos que se reencuentran después de estar años sin verse. Antes, se ha pasado, sin que produjera ningún sobresalto, la argentina Cerro Bayo. Otra pequeña historia sobre las envidias, los sueños y los problemas económicos de una familia en Bariloche, la estación de esquí andina. La directora Victoria Galandi pinta un cuadro costumbrista en esta localidad de la Patagonia. “Aquí sólo ha yo dos estaciones al año: temporada alta y baja”, ha señalado Galandi, que debuta en la dirección en solitario.
Su anterior trabajo, Amorosa soledad, lo firmó a la limón con Martín Caranza y ganó el Premio de la Juventud en la edición 56 de Zinemaldia. En esta ocasión, la realizadora se centra en una familia que espera la llegada de los turistas y los esquiadores.Sin embargo, todos sus planes se truncan cuando la abuela intenta suicidarse. Para ayudar a la familia, una hija (Verónica Llinas) regresa de Buenos Aires para ayudar a su hermana (Adriana Barraza).
Entonces, surgirán las miserias y los problemas de cada uno. “No quisimos catalogarla como una persona mala, sino que hay personas que tienen algo de mano en algunos momentos. Quisimos darle una tridimensionalidad más humana”, ha explicado la actriz. Galandi ha apuntado que temas como el dinero o la familia, los ejes del film, siempre son secundarios para ella. Prefiere centrarse primero en los personajes, “sus fragilidades”, y desarrollar a partir de entonces la trama.
Y los seres queridos forman un campo abonado para cualquier situación dramática o cómica. “Cuando quieres buscar un conflicto no hay nada mejor que sentarse a una mesa familiar”, ha añadido la realizadora. Para Cerro Bayo cogió algunas características de sus primos y tíos para vestir a los personajes, aunque rechazó cualquier lazo autobiográfico.
Amor tardío
Por su parte, el director chino vuelve a conmover con la historia de Old Pop y Li Ying. El primero es un obrero jubilado que le gusta ir al mercado con su amigo Lao Chang. Allí se encuentra con Ying, su primer amor. Comienzan a salir, a pesar de las reticencias de sus hijos y porque ella tiene alzheimer. No hay obstáculo para Old Pop, que se inventa juegos para agilizar la mente de su amada. Li Hao ha vuelto a utilizar, como hiciera en Chen Mo and Meting, a actores no profesionales. “El señor era un militar que trabajaba en una fábrica vendiendo artículos. Su afición es la cultura. Ella es la única persona que trabaja en una tienda de fotografía en una zona de exclusión militar”, ha explicado el director, que ha tardado tres años en hacer la película.
Para la próxima, ya ha aventurado que tardará unos cuatro años. Con la proyección de estas dos películas, ya sólo queda por ver La llave de Sarah, la película francesa dirigida por Gilles Paquet-Brenner y protagonizada por Kristin Scott Thomas que cierra mañana sábado el festival.