MADRID FASHION WEEK | DÍA 5

Hannibal Laguna y Roberto Verino animan Cibeles

La sutileza de Alma Aguilar y el bosque impenetrable de Devota & Lomba se suben a la pasarela

MADRID Actualizado: Guardar
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A falta de un día para que la pasarela madrileña eche el cierre hasta febrero, los diseñadores consagrados continúan mostrando sus propuestas para la primavera-verano de 2011. La tarde comenzaba con el desfile de Roberto Torretta, que imagina a una mujer como una exploradora de hoy en día.

Para Torretta lo natural es la clave tanto en colorido, texturas y actitud. Una perspectiva sofisticada y casual a la vez, formal y relajada, pero siempre totalmente femenina. Parte de la idea del lujo, dando oportunidad a los pequeños placeres de la vida. En definitiva, una sofisticada nómada en un viaje constante por el mundo. Como primera 'viajera', Torretta ha vuelto a subir a la pasarela a una espectacular Nieves Álvarez, quien contaba con amigos de la talla de patricia Olmedilla, Mar Flores o Ana García Síñeriz entre el público. La ex maniquí se llevó los aplausos de todos los asistentes al desfile, tanto al comienzo como al final, siendo también la encargada de cerrar las propuestas de Torretta con un espectacular vestido largo en tono azul añil.

Las prendas beben de la inspiración de los 70. Los tonos principales son khakis y arena y toda una gama de beiges y crudos, pero también podemos encontrar toques de coral o marino y los tonos dorados en contraposición con los azules. La parca, el trench y las chaquetas de explorador y la clásica camisa se renuevan creando un homenaje a la que fue uno de los iconos de los 70, Lauren Hutton y su estilo sexy y sofisticado a la vez que casual. Los bolsillos se convierten en imprescindibles para vestidos, pantalones, shorts y chaquetas.

En cuanto a los tejidos y texturas que Torretta propone para su temporada primavera-verano 2011, podemos encontrar desde algodones, linos y rafia hasta satenes creando una fusión con otros más ligeros como gasa para tops oversize y un estampado tie-dye en jersey, que añade un toque rotundo y más rebelde a la colección. El look se completa con una sensación del estilo limpio, atlético y minimal de los 90, creando una silueta larga y vertical de hombros relajados. El toque sexy lo dan los vestidos de noche, ajustándose al cuerpo y aportando sensualidad en su justa medida. En definitiva una colección para una mujer de hoy en día.

La calidad de Roberto Verino

Roberto Verino, fiel a su estilo, también ha animado una de las jornadas que han despertado más interés y que han contado con más rostros famosos. Con una filosofía detrás de cada colección, en esta ocasión Verino ha querido, en momentos de dificultades, elevar el nivel de exigencia de sus propuestas. Contrario al bajo coste que está uniformando a todos, el gallego viste a hombres y mujeres con prendas rotundas "y casi únicas, no solo por su difusión sino porque cada uno, con su espíritu, la hace única".

Esta rotundidad de Verino toma forma en piezas de mucha calidad "que acaban siendo más una inversión que un gasto". Trabajos artesanales, aplicaciones de Swaroski, superposiciones de encaje, en una estética de cine y referencias a los setenta. Líneas potentes y seductoras en las que hay mucho trabajo de costura. Con una puesta en escena con un punto de humor, con gafas de bucear o linternas de cristales de Swaroski, Roberto Verino ha presentado una colección intemporal, en colores neutros, como el camel, el negro o el blanco, con toques de rosa, azulón, rojo, estampados de animal, lunares, tejidos Chanel y rafias.

Schlesser y Ocariz

En el punto opuesto a Verino se sitúa Angel Schlesser, quien fiel a su línea ha presentado una colección minimal, con el blanco como hilo conductor. Cortes clásicos, líneas simples, siluetas femeninas y favorecedoras, que dibujan el cuerpo sin marcarlo. En una aparente austeridad, ya que la riqueza de las texturas contrasta con ella, de Schlesser ha gustado especialmente su apuesta por el coral que ha llevado a vestidos en napa y los trajes largos de fiesta en rojo/granate.

Si el mundo de la moda es un camino difícil, mucho más lo es para las mujeres, ya que se cuentan con los dedos de la mano las que consiguen hacerse un sitio y permanecer en él. Este es el caso de Miriam Ocariz que, trabajadora incansable, ha logrado conquistar su espacio. Con una especial atención a tres estampados digitalmente, dibujados por ella, la bilbaína ha creado una colección con siluetas limpias, aunque elaboradas, mucha variedad de propuestas y muchos matices. "Los colores se repiten y se alternan. Una parte es de tonos pasteles, suaves, que se mezclan con malva, turquesas, rosa palo, verde, hasta llegar al negro que se matiza combinándolo con el maquillaje".

Miriam Ocariz ha reservado también el negro para sus prendas más estructuradas y de volúmenes redondos en una colección que tiene como prenda básica la chaqueta, tanto las pequeñas con hombreras muy marcadas pero de hombros metidos, como informales americanas.

Las líneas frágiles de Hannibal Laguna

Hannibal Laguna no ha defraudado con 'The black swan'. Como siempre, el venezolano ha presentado una colección delicada y espléndida, de líneas frágiles y románticas en la que juega a seducir con elegancia con sus ya tradicionales vestidos-joya de fiesta, repletos de sutiles bordados.

El desfile de Laguna es siempre uno de los más esperados, lo que se puede constatar en el lleno de las gradas y las numerosas caras conocidas que acuden a ver sus creaciones. Borja Thyssen y Blanca han acaparado todos los flashes antes del desfile, al que también ha asistido Felipe Varela, uno de los diseñadores preferidos de la Princesa Letizia.

Con una teatral puesta en escena, en la que la música jugaba un papel fundamental con temas como el mítico 'Gigi l'amoroso' de Dalida, Laguna ha ofrecido en cada prenda la esencia de la costura clásica, con vestidos en los que se superponen las sedas y las gasas vaporosas, sinuosas y transparentes y en los que investiga con los dibujos de damasco. Los relieves pintados y el 'guipure' floral toman protagonismo en esta colección, en la que el diseñador asegura que ha sido más él, llena de matices cromáticos muy definidos en la que entran, además de los clásicos blanco y negro, el escarlata y el rosa flamenco.

El bosque impenetrable de Devota & Lomba

Devota & Lomba convierte su pasarela en un auténtico bosque, en el que los modelos lucen propuestas recién sacadas de la naturaleza. Vestidos asimétricos de aberturas imposibles, una paleta de colores que toca todos los tonos de posibles, en los que predominan las gasas y las sedas que dejan entrever gran parte de la anatomía de la mujer. Nos refugiamos en un sistema vegetal, caótico, virgen, enmarañado, impenetrable, silencioso, solo con la música tribal de sonidos rítmicos, de aves e insectos, de aborígenes desconocidos, un hábitat natural que perdemos irremediablemente en busca de un nuevo tótem.

De ese hábitat natural surgen mujeres convertidas en auténticas criaturas silvestres, luciendo propuestas que imitan no sólo las hojas de los árboles que inundan el bosque de Devota & Lomba, sino que recurren a una paleta de colores que va desde el verde, pasando por el turquesa y el fucsia hasta colores más salvajes y ácidos como el naranja y el rojo pasión.

Estas habitantes del bosque apuestan por las aberturas infinitas entre las que brotan kilométricas piernas, cortes asimétricos por los que se asoman brazos y hombros y colores que dan la bienvenida a una temporada primavera-verano muy fresca.

Devota & Lomba combina esta línea de vestidos veraniegos con unos propuestas más sobrias en tonos grises, blancos y negros, entre las que siguen destacando las asimetrías, pero con tejidos como los acolchados, los estampados de cocodrilo en telas sintéticas o las gasas. Entre los invitados que presenciaron el desfile del modisto, destacó la presencia de Fernando Gómez-Acebo junto a su mujer Mónica Martín Luque, la actriz Marina San José, Ana Bono, así como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

La sutileza de Alma Aguilar

Siguiendo con las señas de identidad que han imperado en anteriores colecciones, Alma Aguilar vuelve a apostar por lo seguro con un estilo muy definido: Jaretas, plisados, sedas, gasas y la pureza de los blancos y los cremas hacen de las apuestas para la próxima primavera-verano de esta diseñadora una colección muy Alma Aguilar.

Para la temporada primavera-verano de 2011, Alma Aguilar retoma de nuevo sus eternos códigos: unos cortes muy románticos, sedas al vuelo, volantes ligeros y mucha gasa en c olores muy puros -como el blanco y el crudo- sólo perturbados por colores impactantes, como pinceladas sobre un lienzo. Entre estos, destacan el aguamarina y los estampados de pequeñas flores en tonos rosados.

La diseñadora volvió a llenar de romanticismo y feminidad una pasarela ambienta por completo en el estilo folk. Aunque la madrileña ha utilizado la sutileza de la gasa como tejido base, también ha presentado prendas done predomina la crudeza del algodón rustico, que crea una armonía muy veraniega. La naturalidad, feminidad y el lujo sutil, nos ayudaran a situarnos en el contexto perfecto para disfrutar de una colección puramente estival, con olor a azahar y jazmín, de cualquier lugar del mundo. Con la brisa del mar y el azul del cielo, con el exotismo de una mujer bella al despertar*

Entre la gran novedad entre las propuestas de Alma se encuentran los corpiños con escote de corazón, prendas muy trabajadas de apariencia sencilla. Patrones muy estudiados para que la pieza quede bien sin aparente esfuerzo. Las transparencias, las mangas abullonadas, detalles en forma de pequeños lazos y volantes muy ligeros crean líneas muy suaves y ligeras que otorgan movimiento extra a todas las prendas de Alma.