Imagen de un soldado kirguís en la frontera con Tayikistán. / R. M. Mañueco
atentado en el valle de Rasht

Mueren 23 militares en una emboscada en Tayikistán

La columna de camiones y blindados fue atacada por comandos islámicos

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El Ministerio de Defensa de Tayikistán ha confirmado que el número de militares muertos el domingo durante una emboscada en el valle de Rasht contra una columna de camiones y blindados asciende a 23. Su portavoz, Faridún Majmadalíyev, no ha facilitado datos sobre la cifra de heridos, pero sí sobre la supuesta autoría del ataque.

Se trataría de un grupo islámico vinculado a los señores de la guerra que participaron en la conflagración civil que asoló Tayikistán entre 1992 y 1997. La fuente señaló los nombres concretos de algunos de los cabecillas, Abduló Rajímov, conocido como el mulá Abduló, y Alovidín Davlátov. Majmadalíyev dijo también entre los terroristas había también mercenarios procedentes de Afganistán, Pakistán y Chechenia y, según sus palabras, “utilizando como parapeto la religión sagrada del Islam tratan de convertir Tayikistán otra vez en un campo de batalla”.

El convoy militar tayiko llevaba a cabo una operación de búsqueda en el valle de Rasht de 25 prófugos, evadidos de la cárcel el pasado mes de agosto. El ataque se produjo, según las autoridades tayikas, en la garganta de Kamarob, en la carretera que conduce a la ciudad de Rasht.

Es una zona montañosa situada al este de Dushanbe, la capital tayika, en donde el país se estrecha en una franja de terreno que deja las fronteras de Afganistán y Kirguistán a poco más de 100 kilómetros la una de la otra. El valle fue durante la guerra civil refugio de las bandas armadas islámicas que combatieron contra el Gobierno.

Entonces, la frontera con Afganistán era un auténtico coladero. Kirguistán, por si acaso, ha cerrado esta mañana la suya en el tramo que linda con el valle de Rasht. El pasado 11 de septiembre, un comando talibán compuesto por unos 40 hombres trató de atravesar la línea fronteriza desde Afganistán, pero fueron todos abatidos.

La principal consecuencia de la guerra civil en los años 90 fue que los islamistas se radicalizaron y se hicieron dependientes de la ayuda de los talibanes. Tayikistán comparte con Afganistán una frontera de más de 1.300 kilómetros. Desde Tayikistán, el islamismo radical se extendió a Uzbekistán y se llevaron a cabo incursiones también en Kirguistán. Todo ello dentro del proyecto que pretendía la creación del estado islámico del Turquestán.