MADRID FASHION WEEK | DÍA 2

Dolores Cortés y Guillermina Baeza, las grandes triunfadoras

El 'front row' se ha llenado pronto de rostros conocidos, con la política Rosa Díez, la escritora Espido Freire, la actriz Dafne Fernández y la ya habitual Carmen Lomana

MADRID Actualizado: Guardar
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Los bañadores han sido los grandes protagonistas de la segunda jornada de Cibeles de la mano de dos excelentes embajadoras: Dolores Cortés y Guillermina Baeza. La primera con una colección que navega entre lo mutante y lo tribal. Con el color cobalto y amarillo sol como tonos de cabecera, la diseñadora ha presentado unos biquinis y unos bañadores con una estampación gráfico-étnica muy original, donde mezcla máscaras con formas geométricas. Guillermina Baeza ha sido la única en conseguir poner a parte del público de pie para recibir los aplausos a un trabajo exquisito. Cuadros vichy y madrás convivirán la próxima temporada con el negro, el rosa palo, el coral y el blanco. Los minivolantes y las puntillas son una de las señas de identidad de una colección inspirada en las playas del Cannes de finales de los años cincuenta. Escote ‘balconette’ y palabra de honor harán olvidarnos de los tirantes el próximo verano.

Nicolás Vaudelet, para la firma El Caballo, tampoco ha defraudado, aunque tenía el listón tan alto con la colección para este Otoño-Invierno, que dejó a los presentes con ganas de más. ‘Me siento Camarón’ es el título bajo el que ha presentado unas prendas inspiradas en las siluetas de los cantaores de la época del gran flamenco andaluz. El troquelado en el cuero a modo de raya diplomática, una virguería. Los bolsos ‘Frankenstein’, nacidos del juego de mezclar todos los patrones de los bolsos de la firma hasta el momento, han sido el complemento estrella del desfile. Vaudelet ha compartido su espacio con la cordobesa Juana Martín que ha dejado atrás su pasado como diseñadora de trajes de flamenca para centrarse en el ‘pret a porter’.

La encargada de levantar el telón en esta segunda jornada ha sido Elisa Palomino, que debutó en la pasarela con unas propuestas florales que han sido muy aplaudidas por los presentes, al igual que las de Martín Lamothe, con quien ha compartido desfile. Esta última, inspirada en el ‘Case Study House’ de los años cincuenta en Los Ángeles, se ha atrevido incluso con un traje 'tweed' y un bañador de rafia. Unos 'look' muy masculinos tamizados por la suavidad del tejido escogido para la ocasión: la seda natural. Del desfile de Palomino han destacado unos boleros realizados con tela de colores a modo de pétalos y un 'trench poppy' muy apetecible para los días lluviosos.

'Savoir faire' y guerreras futuristas

Ion Fiz ha abierto su desfile de la mano de la presentadora Raquel Sánchez Silva, que se ha subido a la pasarela para apoyar a su amigo que tiñe de blancos y beiges sus propuestas. También sobre la pasarela, el 'Lomana bag', un bolso que el creador vasco ha realizado inspirado en su 'musa' Carmen Lomana y que la homenajeada ha lucido en la primera fila del desfile. María Escoté, fiel a su estilo, ha querido hacer un homenaje a las mujeres de los marineros. 'No me olvides' es el título de la colección que la catalana ha grabado en unas enormes esclavas, a modo de cinturón de metal, que no han dejado indiferente a nadie. Prendas de cuero unidas por enormes imperdibles dorados y adornadas con maxiperlas y distintas fornituras han sido algunos de los excesos de Escoté.

María Barros, por su parte, ha ofrecido una muestra de su 'savoir faire' con una colección llena de volúmenes. Sus propuestas monocolor en tonos fuertes como el fucsia, el verde o el azul eléctrico han abierto el desfile que ha terminado con prendas en rosa palo, el color por excelencia de la próxima Primavera-Verano. Sedas, algodones y tules han sido los materiales con los que ha trabajado esta gallega su colección 'Moi'. El desfile de Teresa Helbig, que llegó en el ecuador de la jornada, ha sido un necesario respiro de buen gusto. Brocados de algodón y ‘croché’ de cuero son algunos de los materiales con los que ha trabajado esta creadora que llena sus prendas de puntillas, transparencias, tules y encaje ‘valencienne’.

El último desfile de la mañana llegó de la mano de las 'guerreras futuristas' de Montse Bassons, embutidas en sus bañadores, biquinis y triquinis. Lycras con efecto metalizado que recuerdan las mallas de los guerreros antiguos combinadas con tejidos que imitan las escama, trasparencias y 'print animal' son algunas de las claves de la colección de bañadores de esta catalana que hace una apuesta total por el negro. Antonio Alvarado y Carlos Díez han protagonizado el último desfile doble de la jornada. El primero ha presentado ‘Virgins’, una colección inspirada, en palabras del diseñador, en “esa expectación que tenemos todos hacia lo desconocido”. Con el mono como prenda esencial para la próxima primavera, Alvarado hace una revisión de la prenda única con una piezas de un elaboradísimo patronaje. Como es habitual en este diseñador, en esta ocasión, ha hecho un divertido guiño diseñando unos zapatos ‘castellano-sandalias’, inspirados en el calzado de los franciscanos. Diez, por su parte, se ha atrevido a sacar a todos sus modelos en ropa interior masculina, al final, y en pijama, al comienzo, para presentar su nueva colaboración con la mítica firma norteamericana de calzoncillos Jockey. De su colaboración con Converse, además de las tradicionales zapatillas, unos divertidos flecos en sus prendas hechos con los cordones del calzado deportivo.