Photoshop acude al rescate
La manipulación de una imagen del presidente egipcio, Hosni Mubarak, es el último ejemplo de una 'magia' que a veces da disgustos
MADRID Actualizado: GuardarNo hay nada que no se pueda lograr gracias a Photoshop. Quitar arrugas, eliminar michelines, cambiar el color del pelo o de los ojos, eliminar 'amigos' incómodos o disimular la falta de estatura. Todo es posible gracias a los innumerables trucos que ofrece el programa de retoque fotográfico más popular del mundo.
Numerosas modelos han salido indemnes de una sesión fotográfica tras una noche de juerga gracias a la manipulación digital de sus imágenes. Pero, en ocasiones, el 'trucaje' juega una mala pasada, para bochorno de actores, cantantes y políticos. El último ejemplo lo ha dado la prensa egipcia, siempre preocupada por ensalzar la imagen de su presidente, Hosni Mubarak. El mandatario acudió a Washington con motivo de la reanudación del diálogo directo entre israelíes y palestinos. En la capital de Estados Unidos coincidió con el presidente de ese país, Barack Obama, con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás y con el rey Abdala de Jordania. Pero a Al Ahram, un diario oficialista egipcio, no le gustó demasiado la foto que se distribuyó de ese encuentro, por lo que en su edición electrónica publicó una en la que Mubarak aparecía al frente del resto de mandatarios. Posteriormente fue retirara y los editores aseguran que se trató de un error, algo que no convence a la oposición.
Sin embargo, este no es el único caso en el que la manipulación de unas imágenes ha levantado polvareda. Cercano está el caso de Gaspar Llamazares, diputado de Izquiera Unida cuya imagen fue manipulada por el FBI para ofrecer un retratro del aspecto que podría tener el líder de Al-Qaida, Osama Bin Laden, en la actualidad. Los michelines del presidente francés, Nicolas Sarkozy, las caras superpuestas de los componentes de la familia real en una foto de familia o la extremada delgadez de la modelo Filippa Hamilton en una campaña de Ralph Lauren son otros buenos ejemplos de que la 'magia' de Photoshop no siempre surte los efectos deseados.