Fomento pretende movilizar 7.512 millones para resucitar el plan del transporte ferroviario de mercancías
Blanco pretende posicionar a España como plataforma logística intercontinental y potenciar la figura de puerta de entrada y salida de Europa, para América, África y Asia
MADRID Actualizado: GuardarEl ministro de Fomento trata ahora de resucitar al gran olvidado en la política de infraestructuras: el transporte ferroviario de mercancías. Un segmento muy importante en otros países de nuestro entorno, pero que ha decaído sin remedio hasta representar apenas un 4% del transporte total que se realiza en España frente al 22% de Alemania o el 16% de Francia.
Blanco aspira a dedicar en los próximos diez años unos 7.500 millones de euros para dar la vuelta a la situación mediante la creación de grandes nodos logísticos repartidos por toda la geografía y la conexión de los trenes con los puertos. Su previsión pasa por superar las actuales ineficiencias del servicio y elevar ese pírrico 4% a entre un 8% y un 10%.
Para que el plan funcione será imprescindible la colaboración económica tanto de las comunidades autónomas como de las empresas privadas. Estas últimas no se han dejado hasta ahora seducir por la liberalización del sector, iniciada en 2005 y que apenas ha tenido recorrido. La apuesta por el AVE y los grandes aeropuertos se ha llevado los recursos y ha dejado arrumbados a los trenes de mercancías.
El ministro presentó este lunes a los consejeros autonómicos las grandes líneas del Plan Estratégico para el Impulso del Transporte Ferroviario de Mercancías. Un programa en el que, de los 7.512 millones previstos inicialmente, 4.354 millones habrán de salir de las arcas públicas (Fomento y regiones) y otros 800, de los beneficios por la venta de numerosos terrenos propiedad de Adif o Renfe y situados en excelentes ubicaciones en distintas ciudades.
A eso se sumaría una cantidad aún indeterminada de fondos europeos que podría rondar el 7% de la inversión global y el dinero de las empresas privadas (unos 2.358 millones), a las que el Gobierno quiere atraer a su lado mediante concesiones de líneas y asociaciones empresariales estatales y autonómicas para la explotación de nodos logísticos. Blanco resaltó que el objetivo es "potenciar a España como la puerta de entrada y salida de Europa para América, África y Asia".
Hacer los deberes
Por ahora, la hoja de ruta de Fomento pasa por la evaluación de una treintena de proyectos de terminales elegidos por las autonomías y a los que se someterá a un riguroso examen para determinar su viabilidad técnica y económica. La secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, aclaró que los fondos estatales llegarán antes a las regiones "que hagan sus deberes".
Esto es, a aquellas que pongan encima de la mesa su parte de dinero para sacar adelante el plan. Esas terminales se llevarán 2.520 millones, de los que el 40% será inversión privada.
El grueso de la aportación de Fomento se centrará en la mejora de una red básica ferroviaria en la que se procurará ampliar los apartaderos para los trenes de mercancías (mucho más cortos en España que en Europa, lo que obliga a 'partir' los convoyes en las fronteras con la consiguiente pérdida de tiempo) y la electrificación de algunos tramos aún exclusivos para locomotoras diésel. Las compañías privadas tendrán un papel esencial en los futuros corredores 'low cost': aquellos como el Madrid-Valencia en los que se pueda garantizar un tráfico regular y muy fluido, o en las conexiones con los puertos. Renfe Mercancías se segregará en empresas especializadas (transporte de coches, carbón, grano, etc.) en las que se espera que entren como socios otros operadores.
Blanco explicó también que confía en que el presupuesto inversor de Fomento ronde en 2011 los 13.500 millones, un 30% menos que en los últimos años. Ese dinero, dijo, permitirá mantener los proyectos del Plan Estratégico de Infraestructuras del Transporte (PEIT), valorado en 250.000 millones, hasta su conclusión en 2020.