Chaves cree que sería una «irresponsabilidad colectiva» no aprobar los Presupuestos y critica el «travestismo» del PP

El presidente del PSOE y vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, ha destacado este domingo en Gijón que sería una "irresponsabilidad colectiva" no tener Presupuestos Generales del Estado para 2011 y ha acusado al PP de pensar más en los votos de las próximas elecciones.

Asimismo, ha dicho que el líder 'popular', Mariano Rajoy, está de "brazos cruzados" esperando elecciones anticipadas y ha criticado su "ejercicio de travestismo indecoroso", al "disfrazarse" ahora como el partido de los trabajadores. Así lo ha asegurado durante su intervención en la clausura de la Escuela Municipal de Verano del PSOE, en el Centro Municipal Gijón Sur, en la que se ha mostrado seguro sobre la salida a la crisis y en la que justificado la necesidad de llevar a cabo reformas, incluida la laboral, ante la que ha pedido que no se tenga miedo.

Respecto a los Presupuestos, ha incidido en que 2011 es un año clave para la recuperación económica y ha señalado que el no contar con ellos sería "un paso atrás en el combate contra la crisis" y en la confianza de los mercados internacionales en España. Ante esta situación, se ha quejado sobre que la única propuesta de Rajoy sea pedir elecciones anticipadas y le ha echado en cara que considere que la crisis es "su oportunidad". Es más, le ha recriminado que "se monte" encima de la crisis con el único objetivo de ganar votos.

Chaves ha adelantado que se va a negociar con todos los grupos políticos los próximos Presupuestos, incluido el PNV, y ha alertado sobre que el PP volvería con la cantinela de la ruptura de la unidad de España por llegar a acuerdos con los nacionalistas. A este respecto, se ha preguntado si "cabe mayor cinismo e hipocresía en el PP y Rajoy", al pedir que no se cambien votos por transferencias para aprobar los Presupuestos, cuando la oposición pactó con PNV y con CiU en su día y les concedió transferencias a ambos.

Reforma laboral, necesaria

También se ha referido el ministro a la Reforma Laboral, a la que ha calificado como "la decisión más difícil y transcendental" del Gobierno, y que ha llevado a la convocatoria de huelga general . "No le tengamos miedo a la reforma laboral", ha indicado antes de pedir a los afiliados socialistas que no sean inmovilistas y que hagan un análisis al mercado de trabajo español. Como ejemplo, ha citado el caso de Alemanía, que ante la misma pérdida de horas de trabajo el paro no creció tanto como en España.

Chaves ha señalado que no se puede continuar así y ha rechazado que el problema fundamental no es el coste del despido. En su opinión, el objetivo es reducir contratos temporales y precarios y mejorar la competividad. Por contra, ha ironizado con que el PP vaya ahora de partido de los trabajadores cuando siempre defendieron a los poderosos. Asimismo, se ha mostrado a favor de respetar la decisión de los sindicatos de convocar la huelga general, aunque ha augurado que el tiempo dirá que tiene razón el Gobierno. Además ha adelantado que el Gobierno tiene la voluntad política de respetar la decisión sindical e incluso de al día siguiente llamar a los sindicatos para seguir negociando.

Sobre la reforma del sistema de financiación local, ha reconocido que no era el mejor tiempo para hacerla, ya que hubiera sido un error por los recursos "escasos" que se tenían. Hay que esperar al mejor momento, en su opinión, aunque ha enfatizado los 13.000 millones de euros de los dos planes de Inversión Local y el aumento en un nueve por ciento de la participación de los ayuntamientos en los ingresos del Estado, que suponen 1.400 millones de euros. Además, ha expresado con rotundidad que ni el PSOE ni el Gobierno van a tirar por la borda las políticas sociales y ha avanzado que se va a mantener el gasto en educación, sanidad o protección para los desempleados, entre otros servicios.

A su juicio, las políticas sociales forman parte de la identidad del PSOE y ha resaltado que el Gobierno ha hecho el mayor esfuerzo de protección social de toda su historia, al incrementarse el gasto social un 56 por ciento, de 114.000 millones de euros a los 180.000 actuales. También ha indicado que pese al descenso de 1,5 por ciento previsto para 2011 debido al ajuste presupuestario, el Gobierno confía en poder recuperarlo cuando mejore la situación.