Imagen de un cartel en una pared en Barcelona que anuncia el homenaje a Laura Riera. / Foto: Efe | Vídeo: Europa Press
lucha antiterrorista

Laura Riera sale de la prisión de Wad-Ras tras cumplir una condena de nueve años

Condenada por colaboración con ETA, plataformas alternativas mantienen un acto de homenaje que fue prohibido ayer por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Laura Riera, condenada a nueve años de prisión por colaboración con ETA, ha salido hoy de la prisión de Wad-Ras, en Barcelona, después de cumplir íntegramente la pena a la que la condenó la Audiencia Nacional. Para esta tarde, plataformas alternativas, a través de internet y con carteles bajo el lema "Benvinguda Laura! (presa política catalana)", mantienen un acto de homenaje a Laura Riera, que fue prohibido ayer por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.

El magistrado considera que la celebración del acto supondría una exaltación de su "currículo delictivo" y justifica que con su prohibición pretende evitar que se cometan hechos delictivos que "entrañen" enaltecimiento a personas u organizaciones terroristas. El departamento de Interior de la Generalitat "hará cumplir" la orden dictada por la Audiencia Nacional de prohibir el acto de homenaje a Laura Riera.

Laura Riera fue detenida y encarcelada provisionalmente en 2001 por su supuesta colaboración con ETA, acusada de aprovechar su trabajo en el Ayuntamiento de Terrassa (Barcelona) para facilitar al comando 'Barcelona' el número de matrículas de coches de sus supuestos objetivos.

Posteriormente, en mayo de 2004, fue condenada por la Audiencia Nacional a 9 años de cárcel, al igual que a otros dos colaboradores de ETA en Cataluña: Zigor Larredonda y Diego Sánchez, que ya quedaron en libertad en pasado febrero.

Según la sentencia condenatoria, Riera, que trabajaba como auxiliar administrativo en la sección de multas del Ayuntamiento de Terrassa, entró al menos en doce ocasiones, entre mayo y diciembre de 2000, en la base de datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) para obtener el número de matrículas de varios objetivos de ETA. Entre esas matrículas, figuraba la del vehículo del concejal del PP de Viladecavalls (Barcelona) Francisco Cano, que fue asesinado con una bomba-lapa en su coche el 14 de diciembre de 2000.