Aznar firma en el libro de honor del Palacio de la Asamblea de la ciudad autónoma. / Efe
tensión con marruecos

Aznar denuncia el «acoso» y la «dejadez» que sufre Melilla y pide una política «seria»

El ex presidente recorre el perímetro fronterizo y traslada su apoyo a policías y guardias civiles

MADRID Actualizado: Guardar
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El ex presidente del Gobierno José María Aznar se ha hecho notar en la crisis entre Marruecos y España con una visita muy significativa a Melilla. Coincide con el acuerdo al que han llegado los activistas marroquíes con los comerciantes melillenses para reducir a un sólo día, este miércoles, el bloqueo. Nada más aterrizar en la ciudad autónoma, Aznar ha hecho una visita al perímetro fronterizo acompañado de su hijo Alonso. Desde allí se han dirigido al puesto fronterizo Beni Enzar, donde el ex jefe del Ejecutivo ha mantenido una conversación con guardias civiles y policías, cuestionados en las últimas semanas por las autoridades marroquíes.

Aznar se ha desplazado posteriormente a la sede del Gobierno de la ciudad autónoma para mantener un encuentro con el presidente Imbroda. Al término de la entrevista, con los medios que se habían apostado a las puertas del Palacio de la Asamblea sin poder hacer preguntas, el presidente fundador del PP ha pedido que se aplique en Melilla una política de "seriedad" y de "decisión" frente a la que, a su juicio, se desarrolla en la actualidad, que consiste en "una especie de paréntesis entre el acoso y la dejadez".

Su "granito de arena"

Interrumpido por los aplausos de los funcionarios del gobierno de la ciduad autónoma, el ex presidente ha vaticinado un futuro "provechoso" de Melilla si "se pasase de esa política entre el acoso y la dejadez a una política de seriedad y de decisión". "Hay políticas serias, decididas, concretas y coherentes que cuando se aplican bien dan resultados", ha insistido antes de asegurar que no estaba en Melilla, donde ha viajado invitado por el presidente Imbroda, para "criticar a nadie".

Antes de felicitar por el Ramadán a los musulmanes que viven en la ciudad autónoma, el ex jefe del Ejecutivo ha reiterado que los melillenses no deben tener "sensación de lejanía, aislamiento o soledad" y ha añadido que está dispuesto a poner su "granito de arena" en ayudar a los melillenses, "especialmente si los momentos son un poco complicados" como ahora.

Imbroda, felicitado por el ex presidente por su labor en el conflicto fronterizo, ha recordado que cuando Aznar presidía el Gobierno español, Melilla vivió "los mejores años, con mayúsculas", desde la democracia, y ha agregado que con él se situó la ciudad a niveles europeos y se impulsaron numerosas obras públicas, lo que no ocurre hoy. En este sentido, Aznar ha desvelado que en todos los Consejos de Ministros que presidió se dedicaba un tiempo a abordar las cuestiones relativas a Melilla, ciudad que cuando él gobernaba creció ocho puntos por encima de la media nacional, precisaba.

Apoyo a los agentes

La fundación que preside, Faes, había explicado previamente que Aznar se ha desplazado a Melilla con el objetivo de "apoyar a los melillenses y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado". En sus declaraciones a la prensa, el ex presidente ha hecho extensible ese apoyo "especialmente a los que han pasado malos momentos y han sido duramente insultados, no precisamente desde lo que se entiende como una política basada en la buena vecindad", ha indicado en referencia a los fotomontajes contra las policías fronterizas.

La visita del ex presidente del Gobierno se ha producido tras la realizada este martes por el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, que se entrevistó también con el presidente de la ciudad autónoma y realizó un recorrido por el perímetro de la frontera. Esteban González Pons aprovechó su estancia en Melilla para exigir al Gobierno todas las gestiones diplomáticas necesarias para recuperar una "zona de nadie" en la frontera de Melilla con Marruecos para evitar un "conflicto grave" que, advirtió, "puede llegar a producirse", al tiempo que reclamaba "con el respeto debido" al Ejecutivo marroquí que ponga "orden en su lado", para que las relaciones entre ambos países, "que son fraternas", sigan siéndolo. Tras ver la situación en la frontera, afirmó que esta es de "máxima tensión" y advirtió de que es "muy fácil" que se produzca un "conflicto".

Desde el Gobierno, la primera en pronunciarse sobr el viaje de Aznar ha sido la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, pero para decir que no iba a valorarlo: "No tengo información pero sólo tengo que decir que el Gobierno está, desde el primer día, actuando con serenidad, solvencia y cautela para solucionar un asunto desde el punto de vista del que tiene que ser tratado, el punto de vista diplomático y de orden público", ha señalado Jiménez. Poco después, el ministro de Fomento, José Blanco, se mostraba rotundo en una rueda de prensa con la vicepresidenta económica, Elena Salgado: "La visita es una muestra de deslealtad a España", ha denunciado.