La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, pasea por el casco antiguo de Marbella. / Efe
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De compras con la primera dama de Estados Unidos

Michelle Obama adquiere collares y pulseras para regalo, vestidos y hasta se hizo alguna foto con una dependienta

MARBELLA Actualizado: Guardar
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Michelle Obama con su hija y una nutrida comitiva. Y de compras. Muchos de soprendieron esta tarde en Marbella al encontrase por el centro de Marbella a la primera dama de Estados Unidos. La mujer del presidente recorrió algunas calles de la localidad y se paró a realizar algunas compras junto a su hija Sasha, entre un gran dispositivo de seguridad.

"Es una persona muy sencilla a pesar de ser quien es", explica Nicola Moriani, de la tienda Babachic, de complementos, perlas y bisutería, donde compró varios collares y pulseras para regalo y desembolsó algo más de 80 euros. Nicola Morian, ha explicado que tanto Obama como sus acompañantes se mostraron cordiales y amables. Incluso con la propietaria de este establecimiento, Carolina Moriani, de origen francés, se hizo una foto

La mujer del presidente de Estados Unidos también compró algo de ropa durante su paseo. En concreto accedió a una tienda ubicada en la calle Ortiz de Molinillos, en donde adquirió un vestido blanco para ella y otro para su hija. Una de las comerciantes de esta calle se mostraba encantada por la visita. Susana Lorenzo explicó que nadie les había advertido de la visita y que sólo lo descubrieron unos minutos antes cuando cortaron la calle y les obligaron a retirar los percheros de la calle para aumentar la amplitud. "Nos ha dado la mano a todos, incluso alguno se ha llevado un beso", ha reseñado.

También hizo escala en otra tienda cercana, donde vendían abanicos y complementos. Aunque aquí no adquirió nada, su responsable ha dicho que la mejor compra fue la visita. "¿Cuántas ciudades y países pagarían por tener a la mujer más importante del mundo en su negocio durante cinco minutos?", se preguntaba Carmen Martínez. A esta mujer tampoco le informó nadie, aunque afirmó que empezaron a olerse algo cuando a las 9 de la mañana, agentes de policía estaban revisando todas las alcantarillas.

El coche en el que se desplazó hasta el Centro de Marbella, un todoterreno negro de marca Chrysler con matrícula americana, estacionó junto a la plaza Puente de Ronda y los visitantes se desplazaron a pie hasta la Plaza de la Iglesia, donde tenían concertada una cena. El recorrido de la mujer Obama terminó allí, donde cenó en un conocido restaurante que tenía reservado desde primeras horas de la tarde. En este establecimiento, hasta donde se desplazaron numerosos curiosos, las medidas de seguridad fueron extremas desde primeras horas de la tarde. Tanto que incluso los perros antiexplosivos tuvieron que peinarla varias veces.