La muerte de una joven alemana eleva a 20 las víctimas de la 'Loveparade'
Las familias de Clara Zapater y Marta Acosta se encuentran en Alemania a la espera de poder repatriar en las próximas 48 horas los cuerpos de las jóvenes fallecidas en la avalancha
DUISBURGO Actualizado: GuardarDos días después de la tragedia de la 'Loveparade' el numero de víctimas mortales ha aumentado a 20, tras fallecer una chica alemana de 21 años a consecuencia de las heridas que le provocó la avalancha humana del túnel de acceso al recinto donde se celebraba el festival. Entre las víctimas, se encuentran dos españolas, cuya familia ha viajado hasta Alemania para repatriar sus cuerpos, algo que se espera en las próximas 48 horas.
Mientras, crece la presión sobre el Ayuntamiento, la Policía y los organizadores por los fallos en al seguridad de la fiesta. En Duisburgo, la ciudad en la que se produjo el sábado la tragedia, diversas revelaciones han colocado en una incómoda situación al Ayuntamiento, la Policía y los organizadores, muy criticados desde los medios de comunicación alemanes por autorizar el evento, en que fallecieron un total de 20 asistentes, ocho de los cuales eran extranjeros.
Un día después de conocer que los bomberos habían advertido ya meses antes de lo inseguro del emplazamiento del festival, un informe de la edición online del semanario Spiegel destacaba que varios protocolos de seguridad no fueron observados. De acuerdo con este medio, los organizadores de la 'Loveparade' no observaron la anchura mínima prevista para el acceso y la salida de emergencia. Asimismo destaca que había quedado claro en el informe preliminar que en ese recinto sólo podían autorizarse concentraciones de hasta 250.000 personas. Pese a ello, Duisburgo autorizó la fiesta en ese lugar para ahorrarse costes de seguridad, ya que buscar un recinto mayor implicaba aumentar el contingente policial, según ha señalado a ese medio el presidente del sindicato policial, Rainer Wendt.
Una de las grandes incógnitas sigue siendo la cifra de participantes, y mientras los primeros datos divulgados por los organizadores hablaban de 1,4 millones de personas, los responsables de seguridad señalan un máximo de 300.000. El domingo, según se ha conocido hoy, al alcalde de Duisburg, Adolf Sauerland, que defendió el fin de semana el plan de seguridad del 'Loveparade', ha sufrido agresiones e insultos al acercarse al lugar de la tragedia. En medio de esa tensión, desde el Gobierno de la canciller Angela Merkel, y mientras los partidos cristianodemócratas (CDU y CSU) solicitaban investigaciones independientes, ha instado a no sacar conclusiones precipitadas de los sucesos de Duisburgo hasta no tener informaciones y análisis completos de lo ocurrido.
A la espera de repatriar a las españolas
Mientras tanto, los padres de las víctimas españolas, Clara Zapater y Marta Acosta, llegaron a Alemania el domingo por la noche, según ha confirmado el cónsul de España en Düsseldorf, Manuel Viturro. "Prioritario ahora son las familias, no la prensa", ha advertido el diplomático tras explicar que las familias exigen el máximo respeto a su intimidad y que oficialmente no se ofrezcan más datos. Viturro ha señalado que las autoridades alemanas no suministraron listas de heridos por deseo de muchos de ellos, "que no querían que nadie supiera que estaban en el 'Loveparade'".
Precisamente hoy la policía de Duisburgo ha modificado el balance de heridos del sábado, que elevó a 511 personas -frente a 342, como se informó el domingo-, de las que 283 tuvieron que ser hospitalizadas. Mientras que hospitalizados permanecen 42 personas, tras el fallecimiento de una de las jóvenes que se debatía entre la vida y la muerte.
Algunos ciudadanos españoles presentes en la mayor fiesta de música electrónica del mundo han relatado que quienes estaban en el interior del recinto, situado en la antigua estación de mercancías de Duisburgo, no se enteraron de la tragedia hasta horas después. Alberto García, residente en Groningen (Holanda) cuenta que llegó al recinto con cuatro amigos sobre las 17.45 horas, apenas media hora después del desastre. Junto al túnel "había gente sentada en el suelo y algunos llorando junto a algunas ambulancias, pero todo el camino despejado". El español y sus amigos siguieron adelante y accedieron al recinto "sin hacer un minuto de cola".
"Cuando entramos no sabíamos lo que había pasado y pensábamos que la policía y las ambulancias estaban allí porque habría algún herido, desmayos o problemas de alcohol, como de costumbre en estas fiestas", ha explicado García. Cuando ya llevaban un par de horas bailando, se encontraron con otro grupo de españoles que les contaron que habían oído rumores de que en la entrada había habido una avalancha y habían muerto varias personas". Otro español, el vasco Miguel Lopategui, ha señalado que realmente no se dieron cuenta de que algo grave había sucedido cuando les llegó un mensaje al móvil "preguntándonos si estábamos bien, pasadas las doce de la noche". También hoy se ha conocido que la Universidad de Münster, donde acababan de terminar sus dos semestres las españolas fallecidas, celebrará próximamente una misa funeral en su memoria.