problemas para el elíseo

El ministro de Trabajo francés será interrogado por su presunta relación con el 'caso L'Oréal'

Woerth responderá por los supuestos pagos recibidos de la multimillonaria Bettencourt cuando era tesorero del partido de Sarkozy, su mujer ya ha declarado

PARÍS Actualizado: Guardar
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Florence Woerth, la mujer del ministro francés de Trabajo, Éric Woerth, ha sido interrogada por los policías que investigan una de las ramificaciones del escándalo en torno a la multimillonaria heredera de L'Oréal, Liliane Bettencourt. El interrogatorio, cuyo contenido no ha trascendido, concluía a primera hora de la tarde, poco después de que el Consejo de ministros autorizara que también su marido, el ministro Woerth, pueda prestar declaración en relación con este caso.

Florence Woerth llegó a primera hora de la mañana a la brigada financiera de París, donde fue convocada para aclarar las sospechas de un posible conflicto de interés. Concretamente, lo que pretendían los investigadores es saber si fue contratada para gestionar la fortuna de Bettencourt gracias a la intervención de su esposo. A esa mediación de Woerth se alude en grabaciones clandestinas que hizo un antiguo mayordomo de Bettencourt en el palacete que la heredera de L'Oréal -tercera fortuna de Francia- tiene en la ciudad de Neuilly, junto a París.

En esas grabaciones el gestor de la fortuna de la multimillonaria, Patrice de Maistre, aludía a sus relaciones con Woerth, -que antes de asumir la cartera de Trabajo ocupaba la del Presupuesto, con competencias sobre la política fiscal-, y a las condiciones en que Florence Woerth fue contratada en el otoño de 2007. De Maistre, durante su interrogatorio la semana pasada, dijo que el ministro le había podido ayudar profesionalmente a su mujer antes de que ésta fuera contratada como asesora fiscal, un puesto del que dimitió en junio pasado ante la presión política.

Zanjar todas las sospechas

Otro de los aspectos que podrían contribuir a la idea de un conflicto de intereses es que una parte de la fortuna de Bettencourt escapaba a sus obligaciones con el fisco francés mientras el ministro Woerth se encargaba de la lucha contra la evasión de los impuestos. Esa sospecha afecta en particular a unas cuentas suizas con decenas de millones de euros y una isla en las Seychelles cuya propiedad es bastante confusa. El propio Woerth podría ser llamado a declarar en calidad de testigo en cualquier momento, una vez que el Consejo de Ministros diese el visto bueno a la demanda de la Fiscalía de Nanterre para que también sea interrogado.

Él ha insistido en los últimos días en que quiere que le citen para dar su versión e intentar zanjar todas las sospechas que le rodean. Woerth, que también ha insistido en que no piensa dimitir, se ha quejado de ser objeto de ataques de la prensa y ha descalificado las versiones de quienes le acusan, la actitud contra él de algunos medios de comunicación, y muy particularmente la declaración de la ex contable de Bettencourt, Claire Thibout, quien afirmó que el ministro, que ha sido tesorero de su partido, había recibido dinero ilegalmente de la multimillonaria.

Las palabras de Thibout han quedado algo en entredicho después de que la prensa haya filtrado que después de ser despedida por la heredera de L'Oréal por contenciosos con De Maistre, había recibido 400.000 de la hija de la multimillonaria, Françoise Bettencourt-Meyers, que también está en conflicto judicial con su madre. Según el diario 'Le Parisien', la ex contable recibió esos 400.000 euros después de haber declarado contra el fotógrafo François-Marie Banier, acusado precisamente por Bettencourt-Meyers de haberse aprovechado de la senilidad de su madre.

El abogado de Liliane Bettencourt no se ha privado de reprochar a Thibout de haber sido utilizada -y remunerada- por la hija de la multimillonaria.