relaciones bilaterales

Cameron defiende la fortaleza de BP y descarta una investigación sobre la liberación de Al Megrahi

Subraya que la petrolera tiene que limpiar y pagar las indemnizaciones que le corresponda por la fuga que ha causado el mayor desastre ecológico en la historia de EEUU

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El primer ministro británico, David Cameron, ha afirmado que la petrolera BP debe limpiar el vertido en el golfo de México y pagar las indemnizaciones que le corresponda pero la empresa "debe continuar como una compañía estable y fuerte". En declaraciones junto al presidente de EEUU, Barack Obama, tras su reunión en la Casa Blanca, Cameron hizo alusión a las críticas sobre el supuesto papel de BP en la puesta en libertad del autor del atentado de Lockerbie, el libio Abdelbaset al Megrahi, y ha recordado que aquella excarcelación "fue una decisión del gobierno autónomo escocés, no de la petrolera".

Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, ha declarado que dará "la bienvenida" a cualquier nueva información que se dé a conocer sobre cómo se produjo la puesta en libertad de Al Megrahi, al que se devolvió a Libia porque supuestamente sufría un cáncer de próstata terminal. Al Megrahi, el único condenado por el atentado que costó la vida a 270 personas al estallar un avión estadounidense cuando sobrevolaba la localidad escocesa de Lockerbie en 1989, sigue vivo un año después y en libertad en Libia, sin que se hayan detectado indicios de un deterioro serio de su salud.

Los medios británicos han publicado que BP presionó en favor de aquella liberación pues buscaba concesiones petroleras en aguas libias. En su día, tanto Cameron -entonces líder de la oposición- como el Gobierno de EEUU criticaron duramente la decisión del gobierno autónomo escocés, al considerar que Al Megrahi debía haber cumplido plenamente su condena de cadena perpetua.

Frustración en Estados Unidos

En sus declaraciones, el primer ministro británico se declaró en contra de abrir una investigación sobre la liberación del terrorista libio, al indicar que "no necesito una investigación para decirme que fue una mala decisión". Sí se mostró abierto a la posibilidad de publicar más documentación acerca del caso y prometió "la colaboración adecuada" con el Senado de EEUU, que celebrará una audiencia sobre aquella puesta en libertad y el papel que BP pudo desempeñar.

Durante su estancia en Washington, Cameron tiene previsto reunirse con un grupo de senadores para tratar sobre esa audiencia. Obama se mostró de acuerdo con el primer ministro en que "cuando contemos con todos los datos" sobre aquella decisión "quedará claro que es una decisión que nunca debió haberse tomado".

Acerca de BP, Cameron indicó que entiende la frustración en Estados Unidos contra la petrolera por su responsabilidad en el vertido y aseguró que, en sus conversaciones con los ejecutivos de la compañía, está de acuerdo en que la empresa debe pagar los costes del vertido y limpiar la mancha negra. Subrayó, no obstante, que es "una compañía importante y a nuestros dos países les conviene que siga siendo una empresa estable y fuerte".

Durante su conversación en el Despacho Oval, que continuó con un almuerzo al que se sumó el vicepresidente, Joe Biden, Obama y Cameron abordaron también asuntos como la guerra en Afganistán, la situación en Oriente Medio y la crisis económica global. El Reino Unido, que ha sufrido ya más de 320 bajas en Afganistán, ha anunciado su retirada para 2014, un año antes de lo que estaba previsto. Ambos líderes alabaron la "excelente relación" entre los dos países y se esforzaron en llamarse por sus nombres de pila, en una demostración de la buena sintonía personal.

El primer ministro británico terminará su visita a EEUU el miércoles en Nueva York, donde se reunirá con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y asistirá a la cena que le ofrece el alcalde de esa ciudad, Michael Bloomberg.