seguridad atómica

La CIA sobornó al científico iraní que llevaba un año en EEUU

Los servicios secretos norteamericanos pagaron cinco millones de dólares a Amiri para que informase del programa nuclear de Teherán

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) pagó más de cinco millones de dólares al científico nuclear iraní Shahram Amiri por informar sobre el programa nuclear de su país, según apunta el diario norteamericano The Washington Post, que cita fuentes oficiales estadounidenses.

Shahram Amiri no está obligado a devolver el dinero, pero seguramente tampoco podrá acceder a estas cantidades debido a que ha puesto fin a su "importante cooperación" con la CIA con su decisión de volver a su país. "Todo lo que recibió está ahora fuera de su alcance gracias a las sanciones financieras impuestas a Irán", han indicado las fuentes oficiales citadas por el Washington Post. "Se ha ido, pero su dinero no se ha ido. Nosotros tenemos su información y los iraníes lo tienen a él", han añadido. La CIA no se ha pronunciado sobre estas informaciones del rotativo norteamericano.

Amiri ha llegado a Irán procedente de Estados Unidos, donde el pasado martes apareció tras su larga desaparición y pidió refugio en la Embajada paquistaní en Washington, la institución que representa de hecho a la diplomacia iraní en Estados Unidos, ya que ambos países no tienen relaciones diplomáticas formales desde 1979.

Tanto Amiri como el Gobierno iraní insisten en que el científico estuvo desaparecido en 2009 porque la CIA lo había secuestrado, si bien Washington niega este extremo y afirma que Amiri se fue a Estados Unidos por voluntad propia. El martes una fuente anónima de los servicios secretos norteamericanos afirmó que Amiri les había aportado "información útil" sobre el programa nuclear iraní.

Intensa presión psicológica

Una vez llegado a su país, Amiri ha asegurado que las autoridades norteamericanas le habían ofrecido 50 millones de dólares (unos 39 millones de euros) a cambio de que se quedara a vivir en Estados Unidos y mintiera públicamente sobre el programa nuclear de Teherán.

Asimismo, ha denunciado que la CIA le sometió "a una intensa presión psicológica" y que durante su interrogatorio por parte de los agentes de la Inteligencia norteamericana estuvieron presentes agentes israelíes. El científico ha manifestado que les había advertido a los norteamericanos de que no podía ofrecerles ningún tipo de información sobre el programa nuclear iraní porque sólo era "un simple investigador".

A su llegada a Teherán, Amiri ha vivido un emotivo encuentro con su mujer y su hijo. En todo momento se ha mostrado sonriente y ha realizado con frecuencia el gesto de la victoria con la mano. Preguntado acerca de la posibilidad -desvelada por el Gobierno de Estados Unidos- de que él hubiera accedido a volver a Irán debido a la presión que podría haber ejercido Teherán contra su familia, Amiri ha negado estas especulaciones. "No hay ningún problema con mi familia", ha remachado.