McIlroy hace historia en St. Andrews

El irlandés de 21 años, Rory McIlroy, ha hecho historia en esta 150 edición del primer Open Británico que se celebró en Prestwick en 1860 al firmar la vuelta más baja que se recuerda en una primera vuelta. Rory hizo 63 golpes (-9) para colocarse como líder de esta edición del Major británico que se celebra en el mítico campo escocés de St. Andrews. Hasta ahora, la primera vuelta más baja estaba en poder de Neil Coles (65 golpes) en 1970. También iguala la vuelta más baja nunca realizada, récord que hasta ahora poseía en solitario Paul Broadhurst en 1990 cuando hizo 63 golpes el tercer día del torneo.

Tras la niebla y la tormenta nocturna que hizo temer por el comienzo de la ronda, llegó la calma, dejó de soplar el viento, el mayor enemigo de los golfistas en este típico links escocés, y llegaron los resultados bajo par. Más de 73 jugadores han bajado del par del campo, lo que sitúa, de momento, el hipotético corte en esa cifra.

McIlroy, una de las grandes promesas del golf irlandés y europeo, quiere emular a su compatriota Graeme McDowell, ganador del Open de Estados Unidos, segunda prueba de Grand Slam. Su tarjeta fue impecable con siete birdies y un eagle (al hoyo 9). “¡Sería estupendo! Dos irlandeses ganando dos grandes. Pero prefiero no pensar en ello, aún tengo mucho que aprender para ganar un Major, aunque es estupendo estar ahí. He jugado muy cómodo; la verdad es que me gusta mucho este campo, Siempre que he jugado aquí he hecho muy buenas vueltas”.

El irlandés termina la primera jornada como líder y marcando las diferencias con el segundo clasificado, el surafricano Louis Oosthuizen, que le arrebató la segunda plaza al americano John Daly, otra de las grandes historia del día. Daly ganó aquí en la edición de 1995 en play-off al italiano Costantino Rocca. Daly, el escocés Andrew Coltart, el galés Bradley Dredge, el sueco Peter Hanson y el inglés Steven Tiley comparten la segunda plaza con –6.

Una de la grandes estrellas, Tiger Woods, terminó la primera ronda con una consistente tarjeta de 67 golpes (-5) tras el bogey al hoyo 17, uno de los más complicados de este año, tras retrasar el Tee más de 30 metros. No acabó muy contento el número uno del mundo con su juego, ya que falló algún que otro par corto; pero lo que está claro es que Tiger está muy vivo y que va a vender cara su corona. Sobre todo, porque su mayor enemigo, Phil Mickelson puede que no pase el corte la terminar con 73 golpes (+1).

Cañizares, muy bien

Cañizares comenzó con un temprano birdie al hoyo 2 que completó con otro al 5; pese al bogey del 6, remató la primera vuelta con sendos birdies al 8 y 9 (33 golpes). En la segunda vuelta se mantuvo con dos birdies menos terminando su recorrido justo antes de la lluvia y el viento volviera a hacer su aparición sobre el campo escocés. El 17 le jugó una mala pasada, pero se rehizo muy bien en el 18 para conservar ese valioso –5 que le coloca en las posiciones de privilegio.

“El cambio más importante que ha sufrido mi juego del año pasado a éste ha sido, sobre todo, la actitud. Es verdad que antes iba por el campo como enfadado, pero al perder la tarjeta y volverla a recuperar, es como volver a empezar. También estuve con un psicólogo que me estuvo dando unos consejos durante un tiempo y ahora aprecio mucho más lo que tengo, valoro cada momento”, dijo Cañizares muy animado.

Nacho Garrido también terminó satisfecho de su vuelta de 69 golpes (-3) que le coloca entre los 30 primeros de la tabla. Su mayor preocupación, poder jugar con el dedo machacado tras un accidente casero, ha quedado atrás con este buen resultado. “Me duele un poco todavía sobre todo cuando doy un golpe muy sólido al suelo, pero ya me han dicho los médicos que la uña va bien. Aunque aún tengo para un mes”.

Sergio García, con –1 está a salvo del corte, aunque no podrá despistarse mucho. Y lo que de momento están fuera son Gonzalo Fernández-Castaño, Álvaro Quirós y Miguel Ángel Jiménez (al par del campo), y José Manuel Lara que terminará entre las últimas posiciones de la tabla.