DEBATE DEL ESTADO DE LA NACIÓN

Las claves de la discusión en el Congreso

La credibilidad del Gobierno, el Estatut de Cataluña o el guiño político al PNV, han sido algunos de los puntos más destacados

MADRID Actualizado: Guardar
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Tras más de siete horas de debate, éstas son las claves de la primera jornada de discusión en el Congreso de los Diputados sobre el estado de la Nación:

- Credibilidad. Zapatero ha querido aprovechar el Debate sobre el estado de la Nación para combatir la pérdida de credibilidad y confianza que, según las encuestas, arrastra desde hace meses. En lugar de ofrecer medidas nuevas se ha reafirmado en la necesidad de corregir el "abultado" déficit y hacer frente a los problemas estructurales de la economía española con las reformas del mercado laboral, del sistema de pensiones, del sistema financiero y de otros sectores productivos."Voy a tomar las decisiones que España necesite. Voy a seguir ese camino cueste lo que cueste y cueste -ha remarcado- lo que me cueste".

- Adelanto electoral. Rajoy ha pretendido, en cambio, sacar el máximo provecho a los requiebros políticos y la volatilidad del discurso del presidente del Gobierno y ha reinventado el "váyase, señor González". Por primera vez, ha atendido a la demanda de su partido y se ha lanzado a exigir un adelanto electoral. "Con usted un año más no vamos a ninguna parte -ha dicho-. Usted es un tapón para la recuperación económica".

- Moción de censura, descartada. La demanda del líder de la oposición se topa con la respuesta del presdiente del Gobierno. "La confianza la dan los ciudadanos y a usted se la han negado dos veces". Así, le ha animado a proponer una moción de censura. Rajoy sabe que carece de apoyos. Pese a las duras críticas de los partidos nacionalistas y aunque Duran i Lleida ha asegurado que la situación demanda que, concluidas las reformas estructurales, Zapatero convoque elecciones, también ha advertido que no respaldaría una alternativa del PP.

- 'Estatut'. La sentencia del Estatut se ha colado con fuerza en el debate. Además de hacer frente a una crisis económica, Zapatero se enfrenta ahora a una crisis institucional. Su promesa de buscar un desarrollo legislativo de aspectos que han sido declarados incostitucionales, "no por razones de forma sino por el tipo de norma apto para regularlos", no ha calmado a Convergència i Unió. Las fuerzas catalanas ponen en cuestión al Tribunal Constitucional. "La sentencia -ha advertido Josep Antoni Duran i Lleida- es una nueva causa separadora".

- Llamamiento presidencial. Zapatero ha pedido un "esfuerzo colectivo" a todos los grupos parlamentarios, a las administraciones y a la ciudadanía en su conjunto para crear un nuevo modelo de crecimiento que ayuda a salir de la crisis. "Es el momento de culminar todas las reformas estructurales puestas en marcha para anticipar la vuelta a un crecimiento capaz de reducir la tasa de paro".

- Alternativa. El líder de la oposición ha acudido al debate con la convicción de que quien se examinaba era el presidente del Gobierno. Con ese argumento ha eludido presentar un programa político alternativo al del PSOE, y ha dejado sin remachar su exigencia a Zapatero para que le ceda el paso. "A los desafíos de hoy no se responde con recetas del 96", ha advertido el jefe del Ejecutivo.

- Soledad. Ni uno sólo de los portavoces que intervinieron en la primera jornada del Debate sobre el Estado de la Nación dieron su apoyo al Gobierno. El PNV, en quien confia el Ejecutivo para sacar adelante las cuentas públicas ha mostrado los dientes. "Me retiro decepcionado", ha sido la conclusión de Josu Erkoreka, tras advertir que no se fia de su palabra.

- Guiño solícito al PNV. Zapatero, aislado, se compromete a "hablar de autorgobierno y a abordar los temas que el PNV considere convenientes". Incluso le invita a un pacto estable de Gobierno. "Si es con un partido como el suyo, me emplearía a fondo", promete. El portavoz nacionalista avisa de que se toma la oferta "a beneficio de inventario".