el miércoles habrá decreto

El Gobierno rechaza la prórroga que pedía CiU para evitar que la reforma sea un «churro»

El ministro de Fomento resalta que el Ejecutivo está dispuesto "a hablar, a dialogar y a acordar, pero no a perder el tiempo"

MADRID Actualizado: Guardar
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A contrarreloj, el Gobierno negocia con los grupos parlamentarios el texto del decreto de reforma laboral que aprobará el miércoles el Consejo de Ministros, entre ellos con CiU, que es clave porque su voto a favor asegura un respaldo holgado de la norma. Desde esta formación reclaman al Ejecutivo que aparque la fecha anunciada de aprobación y se de más tiempo para llegar a acuerdos con los grupos. Ni se baraja esa posibilidad: José Blanco la ha descartado de forma tajante al asegurar que "el tiempo es el que hay".

El portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida, había propuesto ese aplazamiento para evitar que la reforma laboral sea un "churro" que "no satisface a nadie". Así lo expone en una entrada realizada en su blog, en el que asegura sentirse "muy preocupado" tras la lectura de los 41 folios del texto que le ha remitido el Ejecutivo con las propuestas sobre la reforma laboral. "Si tuviera que buscar una palabra para definir su contenido, lo resumiría diciendo que es un churro", ha afirmado Duran Lleida, que ha reprochado además al Gobierno que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, anunciara medidas que no aparecen en el documento, como es la posibilidad de rebajar a 20 días la indemnización para empresas con seis meses de pérdidas.

Dudas sobre el texto

El dirigente de CiU, con el que el Ejecutivo negocia para conseguir el apoyo de su grupo parlamentario a la reforma laboral, cree que las medidas previstas en el documento actual no consiguen lanzar un mensaje "inequívoco" de confianza a los mercados financieros que vigilan el comportamiento de la economía española. Además, se ha mostrado preocupado por tener que negociar la reforma laboral "contrarreloj" y "en poco más de 48 horas".

"No sé si sería mejor que el Gobierno aplace unos días la aprobación de la reforma a que se haga el día 16, pero acabe siendo un churro que no satisfaga a nadie. Quizás valdría la pena comenzar de cero para sacar un papel más coherente y más atractivo", sostiene en su blog. También advierte al Ejecutivo de que, si finalmente CiU llega a un acuerdo para avalar la reforma, deberá quedar claro que se trata de una propuesta del Gobierno socialista ya que "es el Gobierno el que se debe mojar, el que tiene un plus de responsabilidad". Duran Lleida teme que el Gobierno "espera que sean los grupos parlamentarios los que profundicen más en la reforma para sacarse las pulgas de encima y para adjudicarnos a otros las responsabilidades".

Nada de prórrogas

La propuesta de aplazamiento de Durán no ha tardado en ser desechada por el Gobierno. El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha reclamado al PP y a CiU que pongan "las cartas sobre la mesa" y revelen sus propuestas para abordar la reforma antes del próximo miércoles. "Estamos dispuestos a hablar, a dialogar y a acordar, pero no a perder el tiempo", replicaba. "No hay prórroga, el tiempo es el que hay", sentenciaba.

En su intervención en la clausura de la Conferencia Política del PSdeG, el titular de Fomento ha señalado que el documento debe servir para "garantizar más contratos estables y contar con menos contratos precarios". "Porque estamos dispuestos a flexibilizar y a favorecer las condiciones para la contratación de la gente, pero no a derogar derechos básicos de los trabajadores", proclamaba Blanco, para reiterar que los derechos laborales son "el límite" que se fija el Gobierno central para elaborar la reforma.

El ministro ha arremetido contra el líder del PP, del que ha dicho que su comportamiento frente a la crisis económica constituye "un escándalo en toda Europa", al pretender "aprovecharse del peor momento de la tormenta para echarle la mano al cuello al timonel". A su juicio, los países de la UE viven "una situación de emergencia nacional" y en todos, sin excepción, "todos han arrimado el hombro menos en España, que ciertamente es diferente", ya que Mariano Rajoy se ha dedicado a "torpedear" al Gobierno.