sudáfrica 2010

Gaejtens, el héroe oportuno

Un sólo gol permitió al inmigrante haitiano entrar en la historia del fútbol de Estados Unidos y de Inglaterra

MADRID Actualizado: Guardar
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-"¿Quién ha sido?"-

"Ed Souza, ha dicho el de Associated Press"

-"¿Seguro que no ha sido Walter Bahr?"

-"Al final ha sido Gaetjens, que ha desviado el balón"-

"¿Cómo se escribe? ¿Ese es yanqui? Pero si tiene nombre belga".

-"Lo que sé es que nadie se lo va a creer".

Todas estas preguntas e hipótesis fueron lanzadas al aire entre los periodistas auqel 29 de junio de 1950 en Belo Horizonte. Inglaterra había perdido 1-0 ante la selección de Estados Unidos contra todo pronóstico y todos buscaban una explicación apresurada. Lejos de allí los periódicos no daban crédito a las informaciones recibidas y cambiaban el resultado a 10-0 o 10-1 a favor de los británicos al creer que era un error en la transmisión de los telegramas. Sin embargo, en el césped Joe Gaetjens celebraba a hombros de sus compañeros una victoria que resultaría nefasta para Inglaterra en aquel Mundial de Brasil.

Lo que había acontecido en aquel estadio Independência era que los norteamericanos habían aguantado los ataques de los confiados ingleses gracias a su fe. En el anterior partido se lo había puesto difícil a los españoles (ganaban a falta de quince minutos), pero ante su antigua metrópoli no perdieron la ventaja que les había dado el acrobático Gaetjens al desviar de cabeza un disparo a puerta de Walter Bahr. "Joe fue un muchacho con olfato para el gol. Marcaba tantos en los que no sabías como había alcanzado el balón y cómo se quedaba solo para anotar" rememora su compañero Bahr al pensar en su oportunismo en el campo. La victoria supuso un triunfo inesperado para una selección estadounidense que no pasaría a la siguiente fase pero que había protagonizado una gesta que medio siglo después todavía se recuerda como "el milagro en el césped".

El protagonista de aquella victoria fue Gaetjens, un inmigrante haitiano que con su solitario gol en un Mundial había inscrito su nombre en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, aquel delantero era casi un desconocido para la mayoría puesto que se había incorporado al equipo en las últimas fechas del viaje procedente del grupo de seleccionados de la zona de San Luis. Hasta allí había llegado Gaetjens persiguiendo una oportunidad en el fútbol.

Del Atlántico a Lousiana

Había nacido en Puerto Príncipe en una historia que citaba a un abuelo diplomático de Prusia y un padre alemán desposado con una haitiana. Católico y con una posición acomodada buscó un hueco en el fútbol de su país con buenos resultados. Sin embargo, su familia decidió enviarle a Estados Unidos para que cursara estudios en la Universidad de Columbia y labrarse un futuro académico. Allí fue elegido para formar parte de la selección estadounidense con la que viajó a Brasil y participó de manera decisiva en la hazaña antes comentada.

Tras su éxito en el Mundial fichó por el Racing de París en el inicio de un periplo descendente y sin brillo por diversos equipos de Francia debido a sus lesiones. A su vuelta a Haití con 30 años llegó a jugar algunos partidos con equipos locales y con la selección caribeña, aunque se retiró al poco tiempo. Hablaba francés, español e inglés, trabajaba como conferenciante y empresario y apoyaba cualquier iniciativa de jóvenes jugadores con sus conocimientos y dinero. Abierto y comunicativo, siempre estuvo rodeado de gente. "Joe era ese tipo de persona que llega a un grupo que está hablando, que nunca le han visto antes, y que después de 10 minutos parecía que eran amigos desde hace 20 años" recuerda su hermano pequeño Jean-Pierre. Lejos de la leyenda formada en torno a él con la película 'The miracle match', nunca fue un militante político ni practicó el vudú.

Durante diez años mantuvo su estatus de celebridad haitiana y propagador del fútbol hasta que su vida sufrió una irrupción dramática. En 1964 Francois 'Papa Doc' Duvalier se nombró a sí mismo presidente vitalicio del país y decidió vengarse contra aquellos que se enfrentaran con él. Los hermanos de Gaetjens eran activos opositores al régimen desde la vecina República Dominicana y el dictador decidió que pagara su familia. El 2 de julio de 1964 se presentaron los 'Tonton Macoutes' en la puerta de su casa y se lo llevaron a Fort Dimanche a punta de pistola. Su familia nunca le volvió a ver, aunque reconocen que las difíciles investigaciones indican fue ejecutado pocos días después.

A pesar de su trágico fin y una carrera breve, Joe no ha quedado en el olvido. En 1976 entró en el 'Salón de la fama' del fútbol estadounidense gracias a un único tanto en tres partidos con la selección que le abrió un hueco eterno tanto para los ingleses como para los estadounidenses.