Los integrantes del grupo Pereza, Rubén Pozo Prats y José Miguel Conejo Torres "Leiva", durante el concierto en el escenario principal del festival Rock in Rio. / Efe
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Veni, vidi, vici

Bon Jovi se mete en el bolsillo al público de Rock in Rio con un concierto plagado de éxitos

ARGANDA DEL REY (MADRID) Actualizado: Guardar
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Ese parque temático llamado Rock in Rio abrió sus puertas con tres conciertos que no defraudaron a la clientela. Macaco, Pereza y Bon Jovi, se ganaron el cariño del respetable, que acudió en masa (49.000 personas) para disfrutar, sobre todo de la banda estadounidense. “¿Quiénes sois las grupis de Bon Jovi?”, peguntaba Rubén de Pereza antes de la entrada de Jon y sus chicos. Para su ‘enojo’, cientos de manos se levantaron. Miles aplaudieron cuando el inconfundible chaleco de Jon Bon Jovi apareció en escena.

Blood on blood dio rienda suelta al concierto en una sucesión encadenada de éxitos coreados por las masas. El ambiente fue ‘in crescendo’ con In these arms y Have a nice day, se relajó un poco hasta la llegada de ‘Bad medicine’ y It’s my life. Después del subidón, llegó un momento raro, en el que Jon Bon Jovi y el teclista David Bryan se quedaron solos para versionear el Hallelujah de Leonard Cohen. Quedó un poco raro. No pasó nada. Enseguida llegó otro repaso continuado de grandes éxitos para contentar a las masas. Runaway y Work for the working man (single del último disco) fueron el preludio de las dos últimas canciones que cerraron el concierto: Wanted dead or alive y Livin’ on a prayer. Estos dos himnos cerraban dos horas de concierto sin sorpresas, en el que el fan disfrutó de lo lindo de la vuelta de los de New Jersey a Madrid ocho años después. Y también se llevará de recuerdo (sobre todo ellas) el meneo de caderas de Jon Bon Jovi, intentando imitar a Shakira.

Reivindicación

La jornada comenzó con la tranquilidad que ofreció Macaco a los pocos miles de amantes de la música que se atrevieron a salir del rico aire acondicionado. Dani Macaco y sus chicos se ganaron el cariño del público madrileño con un 'show' en el que el cantante barcelonés no paro quieto en ningún momento. Sus sustitutos en el Escenario Sunset, Magö de Oz, sudaron la gota gorda bajo sus negros atuendos.

Después, en el escenario grande, le tocó el turno a Pereza, que estrenan gira este fin de semana en Valladolid. El dúo madrileño realizó una reivindicación del rock cantado en español. Rubén y Leiva repasaron su último disco, Aviones, y éxitos como Estrella polar, Animales o Princesas. El punto ñoño de la noche lo dio Leiva al felicitar a

su madre por su cumpleaños. En cambio, el momento álgido fue cuando Carlos Tarque y Ariel Rot aparecieron en escena para interpretar Mucho mejor, el clásico de Los Rodríguez. El cuarteto logró levantar del suelo a los más vagos, que esperaban plácidamente, cervecita en mano, la llegada de la banda de New Jersey. Dejaron cualquier resistencia y botaron con el clásico de los 90. Después del subidón, llegó el plácido descenso hasta el final del cocierto. Un desenlace, que pilló a los seguidores de Pereza con el pie cambiado. Nadie se lo imaginaba tan abrupto.