Imagen de la sede de Caja del Mediterráneo
unión virtual

CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria se integrarán en una 'fusión fría'

Estas cajas firman un protocolo de intenciones para integrarse en un Sistema Institucional de Protección (SIP) para reforzar la solvencia y patrimonio de cada una de ellas

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Caja Mediterráneo se va a fusionar con Cajastur (que ha absorbido ya a Caja Castilla-La Macha), Caja Cantabria y Caja Extremadura con lo que se convertirá en la tercera caja de ahorros de España y en la sexta entidad financiera del país. Con 135.342 millones de euros de activos, según datos de 31 de diciembre de 2009, la nueva entidad sólo tendrá por encima a La Caixa y Caja Madrid y a los bancos Santander, BBVA y Popular.

El objetivo del acuerdo es constituir un conjunto consolidable de entidades de crédito que permita crear un grupo financiero con ambición de convertirse en uno de los principales del sistema financiero español y fortalecer la solvencia de las entidades participantes, anticipándose a los futuros requerimientos de Basilea III.

La nueva entidad financiera de cajas reunirá unos activos de más de 135.000 millones de euros, con lo que se convierte en la tercera entidad de cajas y la quinta entidad del sector bancario español. La red comercial seguirá operando en cada territorio con la marca actual de cada entidad en su territorio natural, de tal forma que Caja Cantabria, Cajastur, Caja Mediterráneo, Caja Extremadura y CCM mantendrán sus insignias.

La nueva entidad tendrá un consejo de administración de doce miembros. Modesto Crespo, presidente de Caja Mediterráneo, presidirá la nueva entidad; Víctor Bravo, presidente de Caja Extremadura será vicepresidente primero; Enrique Ambrosio, presidente de Caja Cantabria, será vicepresidente segundo; y Manuel Menéndez presidente de Cajastur, será consejero delegado.

Sistema Institucional de Protección

Las cajas han apostado por la creación de un Sistema Institucional de Protección (SIP), lo que se conoce como 'fusión fría' o 'fusión virtual', para conseguir las ventajas de una integración manteniendo la independencia de cada una de las entidades y la toma de decisiones a nivel local, tanto en el ámbito del negocio minorista como en la obra social. El SIP de las cuatro entidades permite reforzar la oferta de servicios a los clientes de las entidades en todo el territorio nacional y la inversión crediticia en sus territorios tradicionales.

La agrupación de estas entidades presenta una diversificación de riesgos, tanto geográfica como sectorial y una ausencia de solapamiento de clientes, lo que va a permitir mayores oportunidades para empresas y familias en sus territorios de origen. La complementariedad de redes comerciales y oficinas supone un reforzamiento de la actividad en mercados relevantes como Madrid, Cataluña, Andalucía y Galicia, siendo uno de los factores positivos del acuerdo, en el que cada entidad participante mantiene su personalidad y niveles de empleo en sus redes naturales.

Todos los indicadores de la entidad resultante sitúan al nuevo grupo como una de los más eficientes y solventes del sistema financiero español. El SIP reunirá un volumen de activos por encima de los 135.000 millones de euros, con un volumen de negocio de 177.000 millones de euros y unos recursos propios computables de más de 10.000 millones de euros. Además parte con un ratio de solvencia de 12,1% (según datos a 31/12/2009). La red suma actualmente unas 2.300 oficinas y la plantilla conjunta ronda los 14.000 empleados. La cartera de participadas tiene un valor de 4.000 millones de euros en el balance agregado.

Con sede en Madrid

El SIP aprovechará la oportunidad que supone, siguiendo la normativa del Banco de España a este respecto, acudir al FROB en una cantidad pendiente de concreción. La nueva entidad, según el Protocolo de Intenciones, se articula como un banco con sede en Madrid, que se encargará de las políticas y estrategias de negocio del grupo, así como de los niveles y medidas de control interno y de gestión de riesgos de todas ellos. De esta forma, la nueva entidad asumirá las competencias en materia de gestión financiera, gestión de activos, pasivos, tesorería, participadas, riesgos, operaciones y sistemas y productos, mientras que cada caja mantiene su personalidad jurídica, su implantación regional de negocio minorista, sus órganos de gobierno y obra social independientes.

Las cajas integrantes del grupo asumen un compromiso recíproco de solvencia, del cien por cien de los recursos propios de cada entidad participante y de liquidez, mediante la creación de un sistema de tesorería global. El SIP nace con vocación de duración indefinida y las entidades integrantes pondrán en común el cien por cien de los beneficios.

El SIP estará participado en un 40% por Caja Mediterráneo, 40% por Grupo Cajastur, 11% por Caja Extremadura y 9% por Caja Cantabria. Una vez aprobado por los respectivos consejos de administración y tras la obtención de todas las autorizaciones administrativas pertinentes, se iniciarán las actividades tendentes a formalizar la creación del grupo y al desarrollo del proyecto conjunto.

Hoy mismo, la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK) ha dado por rotas las conversaciones que mantenía con la alicantina Caja Mediterráneo (CAM) para constituir una Sistema Institucional de Protección (SIP), lo que se conoce en el argot del sector como "fusión fría" o "virtual", ha informado la entidad vasca.