tragedia aérea

Ocho personas sobreviven y 158 mueren al estrellarse un avión tras aterrizar en un aeropuerto de la India

En el aparato viajaban 166 personas y los servicios de emergencias han logrado rescatar a ocho supervivientes

NUEVA DELHI Actualizado: Guardar
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Ocho personas han escapado con vida a una de las peores tragedias aéreas de la India, cuando un avión con 166 ocupantes procedente de Dubai se estrelló nada más aterrizar en el aeropuerto de Mangalore, en el suroeste del país. Uno de los supervivientes salió ileso del siniestro, mientras que otros cuatro sufrieron heridas leves y tres de carácter grave, ha informado el ministro de Aviación Civil, Praful Patel.

Patel, que había visitado el lugar del accidente y a los heridos en el hospital, ha explicado que el Boeing-737 de Air India Express, la aerolínea estatal de bajo coste, se salió de la pista al aterrizar y chocó con un muro de sacos de arena antes de virar y golpear con una de sus alas contra la estructura de hormigón de un "localizador".

El avión perdió el ala antes de precipitarse 200 ó 300 metros por un barranco, donde al cabo de unos minutos prendió fuego. Esos minutos salvaron aparentemente la vida a los ocho pasajeros (una mujer entre ellos), que ocupaban asientos entre las filas 7 y 23, y que pudieron salir por una gran grieta abierta en el fuselaje. De momento, los equipos de rescate han recuperado los cadáveres de 152 personas. Entre ellos están los del comandante y dos azafatas.

Patel ha asegurado que llevará "algún tiempo" identificar a los muertos, pues muchos de los cadáveres estaban completamente calcinados, así como los restos mismos del avión.

Mayoría de pasajeros indios

El accidente ocurrió a las 6.05 horas locales (00.35 GMT) en el aeropuerto de Bajpe, ubicado en una colina rodeada de barrancos y valles a una veintena de kilómetros de Mangalore. En el Boeing, comprado en 2007, viajaban 160 pasajeros -23 de ellos menores, incluidos cuatro bebés- y seis miembros de la tripulación, comandada por un piloto británico de origen serbio. Medio centenar de ellos eran indios del estado de Kerala, vecino del de Karnataka donde ocurrió el accidente, miembros de la numerosa diáspora india que vive en Dubai.

La Dirección General de la Aviación Civil ha iniciado una investigación para determinar las causas del accidente. Su presidente, V.P. Agarwal, ha asegurado en rueda de prensa en Delhi que el piloto no manifestó causa alguna de preocupación cuando recibió permiso para aterrizar y contaba con visibilidad suficiente.

Agarwal ha defendido que el avión estaba "bien" y ha negado que hubiera "deficiencias operativas" o de construcción en la pista del aeropuerto, como ha sugerido uno de los supervivientes. Hablando a las cámaras de televisión, el superviviente ha dicho que le pareció que había algún "problema" con la pista porque el avión comenzó a dar sacudidas en el momento de tomar tierra.

"El avión reventó"

El pasajero, que sufrió quemaduras en la cara, ha añadido que una de las ruedas del avión reventó y poco después hubo una explosión. "No hubo aviso de problema alguno a los pasajeros y parecía un aterrizaje suave. Inmediatamente después de tocar suelo, el avión hizo un movimiento brusco y al poco chocó contra un bloque, algo así como un edificio", ha descrito otro de los supervivientes, un keralita de nombre Mainkutty. El avión "se partió por la mitad y prendió fuego", ha concluido.

La lluvia que cayó intensamente durante una hora después del siniestro y las dificultades del terreno contribuyeron a ralentizar las tareas de rescate, a las que se sumaron habitantes de los alrededores del aeropuerto.

Durante el día, se sucedieron los testimonios de duelo de distintas autoridades indias, así como las condolencias de Gobiernos de otros países. El de hoy es el peor accidente de aviación acaecido en la India desde la colisión de dos aviones en Haryana, cerca de Delhi, el 12 de noviembre de 1996, cuando murieron 349 personas.