Un concierto en el salón

Un canto a la vida. Es en lo que se convirtió anoche el concierto que Ismael Serrano ofrecía en Madrid. Lejos de la nostalgia o la tristeza de otro tiempo, sobre las tablas se pudo ver la versión más optimista y alegre del cantautor, que hizo del Palacio de Congresos madrileño una auténtica fiesta, en la que no faltaron las referencias a la política o a la crisis.

Con todas las entradas agotadas desde hace días, y el público madrileño, entre el que se encontraban caras tan conocidas como Leire Pajín o Inés Sabanés, deseando volver a ver sobre las tablas al de Vallecas, pisaba el escenario Ismael Serrano poco después de las nueve de la noche. Un escenario que recreaba el salón de un piso con aire de nostalgia. Un sofá, un teléfono, una barra… en definitiva, un hogar al que un trajeado Ismael Serrano invitaba al público, mientras contaba la historia de sus vecinos, sacando a relucir su faceta más cómica. "Te eché de menos, Madrid", confesó el cantautor entre los aplausos del auditorio.

Entre historia e historia, iba desgranando los temas de su último trabajo 'Acuérdate de vivir'. Te vas, Regalo para un primer cumpleaños, Vuelvo, y los mezclaba con las canciones de siempre como Ya ves. Y entonces sonó Vine del Norte. El auditorio se vino abajo, el entregado publico coreó a voz en grito cada párrafo de la canción y le dedicó una gran ovación. La primera de la noche.

Así, versiones renovadas de Recuerdo, Si se callase el ruido, El virus del miedo, No estarás sola, Vértigo, Sucede que a veces o La huida invadieron el auditorio, que se puso en pie para acompañar los acordes de La extraña pareja. El tiempo parecía detenerse entre historias y canciones que emocionaban a los presentes convirtiendo el lugar en un espacio mágico, roto tan solo por los aplausos del respetable. De esta manera pasaron tres horas hasta que Ismael Serrano, acompañado por los de siempre y con Javier Bergia en la batería, se despidió por primera vez del auditorio, puesto en pie.

Hasta dos veces más tuvo que a salir a escena para deleitar a Madrid con Fragilidad, Tierna y dulce historia de amor, Al bando vencido y de postre, como no podía ser de otra manera, el público se puso en pie para corear el que ya es un himno en boca de Ismael Serrano: Papá cuéntame otra vez. De esta manera el madrileño decía adiós, agradecido, a su público en la primera de las noches que actuará en Madrid. Hoy repite y el próximo sábado volverá a actuar en su ciudad, antes de partir hacia Zaragoza para continuar con su gira que pronto lo llevará, una vez más, a América.