El Papa afirma que el aborto y el matrimonio homosexual son «desafíos peligrosos» contra el bien común
Benedicto XVI conmemora el aniversario de las apariciones de Fátima ante miles de personas
LISBOA Actualizado: GuardarEl Papa Benedicto XVI ha afirmado que el aborto y el matrimonio homosexual son "desafíos peligrosos e insidiosos" que se oponen al bien común. Durante el encuentro mantenido en Fátima con miembros de organizaciones de pastoral social., el Pontífice ha añadido que "las iniciativas tutelan los valores esenciales de la vida, desde su concepción, y de la familia, fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, ayudan a responder a algunos de los desafíos más peligrosos e insidiosos que se oponen al bien común".
En su discurso ha mostrado "su aprecio" a las iniciativas sociales y pastorales "que luchan contra los mecanismos socioeconómicos y culturales que traen el aborto" y que, según sostiene, "tienen bien presente la defensa de la vida y la reconciliación y restablecimiento de las personas heridas por el aborto". "Es urgente el empeño de los cristianos en la defensa de los derechos humanos, atentos a la totalidad de la persona humana en todas sus dimensiones", ha reclamado.
El Papa ha hecho estas alusiones cuando se está a la espera de que el presidente de la república de Portugal, el católico practicante Anibal Cavaco Silva, promulgue la ley de matrimonio homosexual que fue aprobada en febrero pasado.
La misión profética de Fátima
Por la mañana, Benedicto XVI había rezado por la humanidad "oprimida por miserias y sufrimientos" durante la eucaristía celebrada en el Santuario de Fátima, ante unas 500.000 personas, en la que se conmemoraba la aparición de la Virgen a tres niños pastores en 1917. El Pontífice ha recordado los acontecimientos vividos por los tres pastores -Francisco, Jacinta y Lucía- y ha admitido que se les podría mirar con "envidia por haber visto". Ante sus fieles, entre los que se contaban muchos jóvenes, Benedicto XVI ha evocado el ejemplo de los pastores y ha apuntado que en aquel entonces "sólo eran tres cuyo ejemplo de vida irradió y se multiplicó en grupos por toda la superficie de la tierra".
Durante la homilia, el Papa ha manifestado que la misión profética de Fátima no ha concluido, al tiempo que ha recalcado que "el hombre puede desencadenar un ciclo de muerte y terror, pero no consigue interrumpirlo". Para ello, según ha explicado Benedicto XVI, "Dios siempre ha buscado a los justos para salvar a la ciudad humana y lo hace aquí a través de la Virgen". "Con la familia humana preparada para sacrificar sus lazos más sagrados en el altar de los mezquinos egoísmos de nación, raza, ideología, ha venido del cielo nuestra Madre bendita ofreciéndose para trasplantar en el corazón de cuantos se le confían el amor de Dios que arde en el suyo", ha señalado.
Mensaje a los peregrinos españoles
Al concluir la eucaristía, Benedicto XVI ha transmitido a los enfermos presentes y a los que la han seguido a través de la televisión "una palabra de esperanza" y les ha pedido que "tomen parte, con sus sufrimientos, en la obra de la salvación del mundo". "Encontrarás en el sufrimiento la paz interior y hasta la alegría espiritual", ha afirmado. Además, les ha recordado que con fe "se puede salir de las arenas movedizas del dolor y de la muerte y poner el pie sobre la roca firme del amor divino".
Finalmente, el Pontífice se ha dirigido a todos los peregrinos con saludos en varios idiomas. En su apelación en español ha dicho: "Queridos peregrinos de lengua española que habéis acudido con entusiasmo a este encuentro ante la Virgen de Fátima para compartir con tantos devotos vuestra confianza y fervor a Nuestra Madre. Que ella os lleve con ternura y mano segura hacia Cristo y sea así fuente de gozosa esperanza y de firmeza. Muchas gracias".
Centenas de miles de personas se congregaban desde ayer en Fátima para ver al Papa Benedicto XVI en las conmemoraciones del aniversario de las apariciones de la Virgen. Benedicto XVI llegó ayer por la tarde al santuario, después de una multitudinaria despedida en las calles de Lisboa, donde muchos ciudadanos se colocaron a lo largo del camino que iba a recorrer el Pontífice hasta el aeropuerto para verlo antes de su partida.
Después de la homilia, el Pontífice se ha reunido con religiosos portugueses y ha mantenido un encuentro con todos los obispos de Portugal. Mañana se trasladará a Oporto donde celebrará otra eucaristía antes de partir para Roma.