La pegada final del Madrid acaba con el Athletic
Los de Pellegrini sólo arrollaron a los leones, con uno menos 70 minutos por expulsión de Amorebieta, cuando el Sevilla acortó distancias ante el Barça
MADRID Actualizado: GuardarNunca una goleada del Madrid fue tan triste para su parroquia, que sufrió entregada y sólo mostró esperanzas cuando el Sevilla acortó distancias ante el Barça. Curiosamente, los de Pellegrini se vieron incapaces de hincarle al diente a un Athletic con diez hasta que llegaron esos goles en dos minutos de Kanoute y Luis Fabiano. A partir de ahí, los madrileños fueron un huracán que arrolló a los de Caparros, ya agotados por el esfuerzo y por ver cómo Europa se esfumaba.
La primera gran ocasión fue rojiblanca. Toquero ganó la espalda a su defensa pero Ramos pudo rectificar cuando el vitoriano ya se plantaba ante Casillas. Lo veía bien el Athletic, que no dudaba en hacer falta a Cristiano para frenar su ímpetu. Pero llegó una decisión muy controvertida de Muñiz. Disparo desde la frontal de Higuaín, mano de Amorebieta y penalti y expulsión. Duro castigo pero fiel al reglamento si el juez interpreta que la mano es voluntaria y el tiro va a puerta.
Como Cristiano no perdonó y el Barça ganaba todavía por la mínima, el madridismo mantenía esperanzas. Y su equipo pudo cerrar el partido pero se encontró con un Gorka inmenso, sobre todo al sacar una mano para desviar un tiro de Granero, más activo que en partidos precedentes. El Athletic se defendía como gato panza arriba pero a veces lanzaba algún zarpazo peligroso. Avisó Koikili de lejos y acertó Yeste en una gran acción individual en la que contó con la ayuda de la zaga local. Sólo le siguió, y sin fe, Ramos. Se plantó cerca del punto de penalti y desde ahí engañó al portero.
La segunda mitad estaba siendo una tortura para el Madrid. Con el 0-3 de los culés y el Athletic atrincherado, faltaban alicientes. No había esta vez mucho ánimo de épica. Incluso Cristiano aparecía más apagado que de costumbre. Pero, de pronto, llegaron esos goles hispalenses, las dudas culés, y el Bernabéu estalló. Se dieron cuenta los jugadores y en apenas un minuto marcó Higuaín. En pleno nerviosismo, el Athletic desapareció del mapa.
Se fue del partido tanto que permitieron a Ramos, Benzema y Marcelo dibujarles una 'manita' exagerada. Pellegrini y los suyos esperaron a pie de césped el final del choque de Sevilla. Y se marcharon hundidos pero convencidos de que no han podido hacer más. Si el Barça no falla ante un Valladolid que se juega la vida, el título será para los catalanes. Y el Málaga también se juega la supervivencia frente al Madrid en La Rosaleda.