José Tomás podría volver a los ruedos en uno o dos meses
El médico de la plaza de Barcelona aclara que las lesiones no fueron tan graves como se pensó en un primer momento
BARCELONA Actualizado: GuardarLa cornada que sufrió José Tomás en Aguascalientes (México), dentro de la suma gravedad, y visto el parte médico oficial, el cirujano-jefe de la plaza de toros de Barcelona, Enrique Sierra Gil, aventura que "si no hay complicaciones podría reaparecer dentro de uno o dos meses".
El médico español advierte de que su apreciación esta hecha en base a las consideraciones de sus colegas mexicanos que se recogen en el parte, según el cual la cornada "no ocasionó destrozos vasculares de tanta consideración, como se pensaba en los primeros momentos, que se decía que incluían roturas de la arteria ilíaca y de las venas femoral y safena izquierdas". Recalca el doctor Sierra que la reaparición de Tomás podría darse en ese plazo de uno o dos meses "siempre que no haya complicaciones, y condicionado también el tiempo por la necesidad o no de mantener la terapia anticoagulante".
El doctor Sierra ha podido hacer una valoración más precisa sobre el estado de salud de José Tomás, corrigiendo así las preliminares estimaciones médicas propias y las de otros prestigiosos compañeros españoles de profesión y cargo, que hablaban de la posibilidad de más de medio año de convalecencia antes de su "dudable" vuelta a los ruedos.
El primer parte oficial tardó cuatro días
El principal motivo de tanta confusión ha derivado en que los médicos mexicanos han tardado "cuatro días en dar un primer parte oficial", por eso todas las cábalas e hipótesis apuntaban a una extrema gravedad vascular de los daños, que, "sin restar importancia a la cornada, afortunadamente ha estado limitada a la sección del tronco femoral profundo, al parecer sin pérdida de sustancia, sin otras afectaciones neurológicas, arteriales ni venosas mayores que laceraciones", han dicho el doctor Sierra.
"Al principio se habló de una transfusión de ocho litros de sangre y eso significaba que a José Tomás no le quedaba ni un glóbulo de sangre suyo, lo que hubiera propiciado con toda probabilidad unos transtornos de coagulación severos, destrucción progresiva de los glóbulos ajenos (hemólisis) e incluso hubiera podido afectar de forma muy importante a órganos vitales", precisa el doctor Sierra. Sin embargo, remitiéndose a otros comentarios del equipo encargado de su tratamiento ya que en el parte oficial no lo cuantificaba, fueron unos "cuatro litros y medio de sangre los perfundidos".
Esta última circunstancia "hace más comprensible la buena y rápida mejoría que está experimentado estos días y la ausencia por el momento de las complicaciones generales posibles tras las transfusiones muy masivas", asegura el médico barcelonés, a la vez que supone que parte del relleno vascular tuvo que completarse con sueros llamados "expansores del plasma". Otro punto que comenta el médico ha sido el aspecto puramente técnico quirúrgico.
"En la enfermería le estabilizaron y en el hospital le repararon los vasos y tejidos musculares afectados, pero el by-pass del que se hablaba al parecer no ha sido necesario para restablecer el flujo del territorio arterial femoral profundo sin otras actuaciones sobre el sector venoso local, ausentes las roturas o heridas en las venas principales, pues en otro caso no se explica la buena circulación de subida y bajada de la sangre, y que incluso se haya puesto ya en pie", ha apostillado.