Las consecuencias de la rebaja del ráting
La bajada se nota en ámbitos como el financiero, ya que tiene consecuencias negativas para la economía, las empresas y los inversores
MADRID Actualizado: GuardarLa rebaja de la calificación, que es consecuencia de la crisis, puede ahondar en la recesión, ya que la deuda que el Estado emite con el objetivo de financiar sus proyectos es más difícil de colocar entre los inversores institucionales. Además, tiene que competir con el resto de emisiones previstas por otros de los principales Estados mundiales, como Alemania, Francia, Reino Unido o Estados Unidos.
Así, si el Gobierno no consigue colocar suficiente deuda para financiar el creciente déficit, tendrá difícil tomar nuevas medidas que impliquen mayor gasto, con lo que la recuperación también se ralentizará.
Las empresas también sufren el impacto de una rebaja del rating, básicamente por dos cuestiones: pueden frenarse la inversión extranjera y los acuerdos de colaboración con empresas del exterior, ya que se contempla como un mercado con peores perspectivas económicas.
Además, el deterioro económico está impactando directamente sobre las empresas que desarrollan su negocio en España, ya que se exponen a ver rebajadas sus calificaciones de deuda privada también en los próximos meses. Las agencias de rating no sólo evalúan a los Estados como emisores de deuda, sino que también califican a empresas de todo tipo de sectores económicos, ya que también ellas cuentan con la posibilidad de emitir deuda privada para financiar sus operaciones o reforzar su balance.
El temor de los inversores
En el mundo de la inversión, el impacto directo de la rebaja del rating de España se nota sobre la compraventa de deuda pública. En estos momentos, el precio de la deuda española ha bajado, aunque se ha elevado su rentabilidad. La percepción del riesgo de invertir en España ha subido de forma clara, lo que significa que las emisiones de deuda que tendrá que realizar el Gobierno para financiar sus paquetes de ayuda tendrán un tipo superior.
Además, un buen termómetro para comprobar el riesgo de la deuda española es calcular el diferencial que existe entre el bono alemán, el considerado como más seguro en Europa, y el español. Si la diferencia se amplía quiere decir que al Estado español se le percibe como un poco menos seguro en los pagos. Si se acorta, implica que los riesgos se reducen. Nada más conocerse la bajada de la perspectiva el diferencial se disparó, pasando de los 60 puntos a los 70.
Otra consecuencia directa de la rebaja del rating se aprecia en el aumento del coste de los CDS (credit default swap), seguros que cubren del riesgo de impago de un estado. Con la rebaja de la calificación de España, como era de esperar, se han disparado. Ahora, los inversores que utilizan esta cobertura en sus inversiones tienen que hacer frente a primas más caras. A principios de año los CDS sobre los bonos españoles se situaban en 85 puntos. Tras la primera rebaja del rating, se dispararon por encima de 130. Un precio de 130 supone que para cubrir 10 millones de euros en bonos hay que pagar 135.000 euros. Por tanto, ahora es más caro cubrir el riesgo de impago de la deuda española.