último parte médico

José Tomás está «feliz» tras abandonar la UVI y podrá dejar el hospital de México en cinco o seis días

El equipo médico espera que el diestro pueda "ponerse en pie" a lo largo de la jornada

AGUASCALIENTES (MÉXICO) Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La rápida mejoría del torero español José Tomás ha precipitado su salida de la UVI. Ya está en planta del hospital de Aguascalientes (centro de México), aunque se encuentra en estado delicado. Su buena evolución ha sorprendido al equipo médico que le atiende y ha aliviado a sus allegados, que se temieron lo peor tras la grave cogida que sufrió.

En rueda de prensa, el equipo médico ha señalado que el diestro está "feliz" tras ser trasladado a planta, y se espera que hoy pueda "ponerse en pie" si su evolución es tan favorable como hasta ahora. La principal preocupación en estos momentos es evitar posibles infecciones en el área afectada por la cornada y la intervención quirúrgica, según han señalado ante los medios aunque, han agregado, el torero está más interesado en saber sobre su familia y reconstruir lo ocurrido ya que "tiene lagunas" por haber estado bajo sedación.

Fuentes médicas del hospital Hidalgo han señalado asimismo que "tanto la evolución como las buenas condiciones que presenta han permitido sacar de terapia intensiva" al diestro. A partir de ahora "un mínimo de cinco días o una semana" es lo que deberá permanecer el torero en el hospital para evitar infecciones. El torero de Galapagar ya está "alimentándose por vía oral" y mantiene una evolución buena en las últimas horas. Los exámenes de sangre demuestran que está estable y que no requiere más transfusiones.

Desde ayer están en Aguascalientes junto al distro, procedentes de España, la compañera sentimental de Tomás y su madre, por quienes preguntó nada más recuperar la conciencia. El que le acompañaba el día de la cogida era su padre, José Tomás Román, que visiblemente emocionado no deja repetir estos días que "Dios existe".

Interesado por su evolución

El progenitor considera que la recuperación de su hijo se debe a "un milagro" acompañado de un equipo médico "prodigioso" que ha hecho una labor "sensacional". Del momento de la cogida, recuerda que iba detrás del torero: "Vi la sangre en el callejón y al principio no quise entrar en la enfermería", aunque finalmente lo hizo y allí vivió una situación "dantesca".

Preguntado por cómo es su hijo, ha destacado que tiene una forma de ser "muy clara", es "muy consciente" de los peligros de una profesión "que ama mucho", y es una persona "muy seria" que actúa igual dentro y fuera de los ruedos. "Lo importante es que hace lo que le gusta, está donde está y seguirá en esta profesión hasta el día que esté agusto. Mientras esté así, que Dios le ayude y de alguna forma le proteja como lo esta protegiendo hasta ahora", ha remachado.

José Tomás empezó a hablar anoche y, sobre todo, pregunta a quienes le atienden por cómo va su evolución. "Está muy sonriente, muy agradable y accesible", ha manifestado el doctor Juan Carlos Ramírez, que le está atendiendo, para quien el momento más "solemne" ha sido cuando el torero ha podido charlar con su padre.