celebración religiosa

Miles de personas asisten en Valladolid a la primera beatificación de un español fuera del Vaticano

Al padre Hoyos se le atribuye el milagro, después de su muerte, de curar en 1936 a una joven

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Miles de personas, procedentes de varios países, han asistido en Valladolid a la beatificación del padre Bernardo Francisco de Hoyos (1711-1735), máximo difusor de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y primer religioso español que ha recibido fuera del Vaticano la consideración de beato.

El acto se ha celebrado desde un presbiterio creado para la ocasión, comandado por un retrato del beato y una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y asentado sobre piedras y flores traídas de Torrelobatón (Valladolid), su pueblo natal. El arzobispo italiano y prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Amato, ha presidido la ceremonia y ha sido el responsable de leer, en latín, las carta apostólica del Papa Benedicto XVI con la que se beatifica al padre Hoyos.

En ella, el Sumo Pontífice ha anunciado la inscripción del padre Hoyos en el libro de los beatos y ha especificado que la celebración en honor al beato tendrá lugar el 29 de noviembre de cada año, fecha de su muerte a causa del tifus en 1735. En la homilía, Amato ha destacado que el padre Hoyos fue el primero en considerar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús como un "instrumento de santificación personal y de eficaz apostolado". "Si bien era pequeño de estatura y de delicada apariencia, el padre Hoyos es un gran testigo de la perfección cristiana vivida con serenidad y ternura, pero con solidez y sin connotaciones pueriles", ha incidido.

Presencia de la cúpula eclesiástica

Acompañado en el altar del presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal y arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela, y del nuevo arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, Amato ha asegurado que esta beatificación supone "una gran alegría para la Iglesia Católica" y un "honor" para España. Ya en la liturgia eucarística, cerca de un centenar de sacerdotes se han desplazado alrededor de todo el paseo del parque del Campo Grande vallisoletano para repartir la comunión entre los fieles, portando en sus manos cien copones elaborados para la ocasión.

A la ceremonia han asistido unos cuatrocientos sacerdotes y más de medio centenar de obispos y arzobispos, y ha estado acompañada en todo momento por coros diocesanos y por las melodías del órgano de Pilar Cabrera.