Sneijder confirma el pase del Inter a semifinales

Mourinho fue capaz de ganar la 'Champions' con el Oporto y, de momento, ya ha clasificado al Inter de Milan para semifinales tras superar con suma facilidad al CSKA de Moscú, un equipo vulgar que en condiciones normales nunca debía haber superado al Sevilla. Tras ganar los dos partidos de octavos al Chelsea y superar también en dos ocasiones al campeón ruso, los lombardos aspiran a alzar la 'Orejuda' 45 años después y no descartan emular al Barça con el triplete. Los Cambiasso, Sneijder, Milito, Eto'o y compañía sueñan con rememorar el glorioso pasado firmado por Joaquín Peiró, Luis Suárez, Mazzola o Facchetti, bajo la dirección técnica de Helenio Herrera.

El antiguo equipo del Ejército Rojo resultó de lo más cándido. Tenía que remontar un gol en contra pero salió sin alma y enseguida brindó la sentencia al Inter en un doble despiste defensivo.

Primero por cometer una falta innecesaria cerca del área y después porque los integrantes de la barrera saltaron y permitieron que el zapatazo raso de Sneijder sorprendiera a Akinfeev. Entre la apertura de piernas del japonés Honda y el intento de parada de balonmano del ruso, más pareció un paso de ballet que una estrategia defensiva a balón parado.

Ese gol del ex madridista, por cierto mucho más jugador que Granero y Van der Vaart porque suma toque, visión de juego, pegada y veneno en sus disparos, congeló a los rusos y marcó un partido de lo más aburrido. Mourinho ejerció de psicológico al alinear a tres puntas y enviar un mensaje inequívoco a sus pupilos: había que atacar y no sólo defender la exigua renta. Consumado el 0-1, ya era pan comido. Lo intentaron los rusos, que atacaron mucho más durante la primera parte, pero los tiros de Honda, Necid y Odiah lamieron el palo. Incluso pudo aumentar la renta Diego Milito, pero anduvo algo torpón al verse solo ante el portero. El segundo período sobró por completo, y más tras la expulsión del nigeriano Odiah por una entrada desmedida sobre Eto'o.