El Barça gana a un sólido Osasuna
Un gol del sueco Ibrahimovic abrió un choque en el que Messi regresó a la tierra y los de Camacho dominaron hasta caer extenuados
Actualizado: GuardarEl cuestionado Ibrahimovic resolvió el duelo más terrenal de Messi en los últimos tiempos y Bojan le puso el membrete. Un partido en el que un gran Osasuna dominó al Barça en la primera mitad pero luego cayó como fruta madura. Los de Camacho ofrecen casi siempre buena imagen pero carecen de pegada. Por algo ya suman siete encuentros sin ganar, desde que vencieron al Tenerife hace más de un mes. Y una victoria azulgrana valiosa por la sucesión de partidos, el cansancio físico y mental de los jugadores y la falta de motivación necesaria.
Se daba casi por hecho que Guardiola reservaría a Messi pero los pronósticos fallaron una vez más. El técnico debió pensar que no era momento de prescindir de un jugador en estado de gracia, capaz de meter nueve de los diez últimos goles de su equipo. El argentino no tuvo su día, participó poco y estuvo muy bien tapado, siempre con ayudas entre sus vigilantes. Disparó al palo y se llevó una amarilla por lanzar el balón a la grada con síntomas de desesperación. Además de acusar que Messi regresara al mundo, el Barça comprobó que la ausencia de Xavi es un problema, y muy serio, por más que apenas se notase en La Romareda.
Salvo un disparo de Ibra nada más empezar y un intento de vaselina de Henry, Ricardo anduvo desocupado en la primera mitad.
Enorme mérito de un Osasuna extraordinario pero con su habitual déficit de remate. Camacho supo ganarle la batalla al Barça en el centro del campo por superioridad numérica. Con Aranda y Pandiani de baja, situó a Masoud como último delantero, con Juanfran y Camuñas en banda. Atacaban pero sobre todo ayudaban en la zona ancha.
Los visitantes no pudieron aguantar
Osasuna robó el balón en muchas fases a los azulgrana, lo que ya tiene mérito. Pudieron adelantarse muy pronto pero al húngaro Vadocz le entró pánico cuando se vio solo ante Valdés, y con balón controlado. Se pensó quizá que estaba en fuera de juego y no tiró con fe. Debió ejecutar por arriba o por abajo pero nunca a media altura. Y el gran portero le adivinó la intención. Osasuna dominaba, se acercaba a base de combinaciones exquisitas, pero remataba poco. Un problema que soliviantaba a Camacho, quien pedía a gritos a sus pupilos que la rompieran en cuanto rondasen el área.
El duelo se transformó en la reanudación. Guardiola acertó al introducir a Pedro en lugar de Henry, escorar a Iniesta y colocar a Messi de segundo delantero. También daría más mordiente luego la incorporación de Keita por un desacertado Busquets. El Barça aceleró, tocó más y mejor, y cercó a los 'rojillos', cada vez más atrás, más cansados y con menos balón. Rondaban el gol los azulgrana pero Ricardo, segurísimo, crecía cada vez más.
Hasta que Ibrahimovic acertó a culminar una combinación 'made in Barça' entre Pedro, Iniesta y Maxwell. Marcó cuando el Camp Nou se dividía en torno al sueco y arremetía contra el colegiado madrileño por fallos menores. Nada más conseguir un gol clave, Ibra fue reemplazado por Bojan, al que Guardiola se abrazó tras ese 1-0. Y el joven Krkic cerró el partido cuando había murmullos de incertidumbre que recordaban lo que sucedió en el Reyno de Navarra, donde un autogol de Piqué dejó al Barça sin dos puntos de oro en el descuento.