El espectáculo y la exquisitez clausuran Cibeles
Diez propuestas distintas y distantes llenan la pasarela en la última jornada
MADRID Actualizado: GuardarDiez propuestas distintas y distantes han llenado la pasarela en la última jornada de Cibeles Madrid Fashion Week, elevada por la embriagadora exquisitez de Ion Fiz y Nicolás Vaudelet y adornada por el espectáculo. Todo lo bueno llega a su fin, y Cibeles no es una excepción. El último día sirve para mostrar en desfiles dobles las colecciones de Ion Fiz y María Escoté; María Barros y Teresa Helbig; Juana Martín y Nicolás Vaudelet; Carlos Díez y El Delgado Buil; y Jesús Lorenzo y Miguel Marinero. La sesión está marcada por el blanco y negro que sucede a la intensidad conceptual y de colores, formas geométricas y prendas cómodas pero delicadas que protagonizaron la quinta jornada de Cibeles Madrid Fashion Week.
Ion Fiz se ha inspirado en todas aquellas mujeres fascinantes que transmiten su personal carácter a través de su estética, destacando en todos los campos al patentar su propio 'lifestyle'. Cada mujer es única, auténtica, destilando un glamour natural, pero nunca despreocupado, sino todo lo contrario: estudiado al milímetro cada detalle. Es una colección basada en la reinterpretaciòn de los clásicos de la costura, actualizados, investigación sutil a través del patronaje y la construcción de la prenda. Así el estilismo lleno de contrastes entre lo masculino y lo femenino cobra gran protagonismo en esta colecciòn. En cuanto a los tejidos, destacan la lana, la seda, el algodòn, y la alpaca. Los colores que predominan son el crudo, tostados, chocolate, verdes, grises, rosas y negros.
María Escoté se ha inspirado en el mundo animal para vestir a una mujer joven con prendas atrevidas en las que predomina el short con estampaciones de enormes águilas y blancos caballos. Las plumas de gran tamaño hacen suyo el próximo otoño-invierno en cazadoras, gorros, camisetas y pantalones, en una colección en la que abundan el rojo y el rosa.
Muñecas de porcelana en la pasarela
La Colección Maiólica que presenta Maria Barros está inspirada en el mundo de las muñecas de porcelana francesas e inglesas de los años 30, reinterpretadas bajo la óptica más contemporánea. Una mujer vestida de un hálo inocente pero inquietante, se desvela frágil a la vez que capaz de encandilar a quién la mire. La colección de la diseñadora gallega rememora el esplendor de toda la época victoriana, donde las tendencias oscilaban entre lo clásico y lo gótico, siempre en busca de abrir caminos hacia la libertad. Nunca la mujer había sido tan femenina, tan misteriosamente delicada, casi peligrosa.
Tras ella, Teresa Helbig ha presentado su propia interpretación del mundo de los hermanos Seeberger, los primeros en captar la moda real a traves de sus cámaras fotográficas inmortalizando la elegancia de los años 20, 30 y 40. Quiere recrear el mundo mágico que vivió la moda durante esos dorados años creando una colección muy femenina y de elegancia contemporanea. Los tejidos elegidos que podemos encontrar en esta colección son el ante negro, tul de seda natural, gasas de chiffon, cachemire y creppe de seda natural. Helbig quiere mostrar una colección sutil, ligera y sensual que combinada con tecnicas artesanales como el soutache, hojas de organza quemadas a mano, bordados a base de canutillos plata que recrean dibujos inspirados en el Art Deco, consigue una colección delicada y muy chic.
Pieles exóticas para el frío
Nicolás Vaudelet se ha retrotraído a la gran nevada del 2 de febrero de 1954 en Sevilla para transformar la capital hispalense en una estación de esquí por la que se pasean monos de snowboard, pantalones de alpinismo y falditas de patinaje artístico. Vaudelet redibuja la silueta femenina con protecciones, hombreras y cortes ergonómicos, y se vale para ello de materiales como el neopreno, el nylon lacado o los plásticos mezclados con napa, ante, piel de anguila y pelo de cabra -blanco y negro- en unos espectaculares chaquetones 'après-sky'. El diseñador acolcha materiales sofisticados como el terciopelo, punto, crepe de seda o encaje de chantilly en prendas de abrigo y añade el punto equino a sus casquetes de trampero, bolsos hinchados y maletines. Blancos nieve, azul hielo y distintos matices de negro se suavizan con rosas pasteles y amarillos de la luz de invierno, así como con el color fuego propio de la piel de guarnicionaría.
La andaluza Juana Martín apuesta ahora por formas voluminosas en blanco y negro, sacadas de las películas de los años 50, para las que todavía no existía el color. Combinando texturas, la creadora cordobesa diseña chaquetas, abrigos acolchados y vestidos en los que introduce las tachuelas, aplicaciones de flores y multitud de tiras para dar volumen.
Complementos XXL
En la sesión vespertina, Carlos Díez presenta una colección andrógina en blanco, negro y gris para "reírse de la muerte y echarle humor a las cosas trágicas". En una agresiva puesta en escena con pasamontañas incluidos, amplias prendas cubren a hombre y mujer: largos vestidos, pantalones pitillo y pantalones con el tiro por la rodilla. Con mochilas XXL como complemento, los modelos lucen estampados de cuadros, espigas, pata de gallo y cheviot en lanas frías, punto y franela. Además, hay prendas acolchadas en nylon plateado y muchas calaveras: tanto en un estampado de algodón como en relieve sobre napa plateada.
En coordenadas más coloridas se adentra El Delgado Buil, que trata de conseguir, mediante la superposición, un look a medio camino entre la clase alta londinense y el "rollo más underground de Brooklyn". Las dos jóvenes diseñadoras crean una amalgama de tonos y texturas ("nuestra coordinación es la descoordinación", dicen) con rebecas en jacquard de leopardo en corales y celestes, tejanos, sedas estampadas con motivos de caza, camisas de cuadros, jerséis y vestidos largos de angora y parcas.
Protesta contra las pieles
Los peleteros Jesús Lorenzo y Miguel Marinero clausuran la pasarela con impresionantes piezas de abrigo clásicas y coloridas. Lorenzo, en cuyo desfile han irrumpido dos activistas contra el uso de pieles animales, presenta astracán reversible en verde esmeralda y oro viejo, piel pintada, piezas rosas, blancas y magentas de cordero merino, martas teñidas en azul y morado y visón claro y oscuro en capas, chaquetones y estolas.
Marinero busca un look inspirado en Studio 54. Encontramos abrigos envolventes con mangas acabadas en vuelta, ponchos con mangas japonesas, espaldas libres, prendas "stretch" en cuero blanco y laminados de cocodrilo. Conejo, visón roto en tiras, cordero negro plisado, napa, visón, ante y colores luminosos son la apuesta del diseñador.
Un desfile benéfico luciendo palmito Fernando Romay, Mónica Hoyos o el torero Óscar Higares y en el que se subastan piezas de catorce diseñadores, cierra la 51 edición de Cibeles, que apaga sus luces hasta septiembre.