En la imagen, el francés Pierre Camatte./ Archivo
su puesta en libertad podría ser inminente

Mali excarcelará a los islamistas que reivindicaba Al Qaeda a cambio de un rehén francés

La decisión judicial llega un día antes de que concluya el ultimátum terrorista

BAMAKO Actualizado: Guardar
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Mali permanecía hoy optimista sobre la suerte del francés Pierre Camatte, secuestrado hace casi tres meses en el norte del país, apenas 24 horas antes de que concluya el ultimátum fijado por la rama de Al Qaeda en el Magreb sobre el rehén, han indicado fuentes próximas a la negociación.

Al mismo tiempo, hoy se ha sabido que los cuatro presos islamistas detenidos en Mali y cuya liberación exigían los terroristas para no matar a Camatte, fueron condenados el jueves por un tribunal de Bamako a 9 meses de prisión, que ya han cumplido, con lo que su puesta en libertad podría ser inminente.

Los cuatro salafistas -entre ellos un argelino demandado por Argelia que le acusa de participar en los atentados de Argel del 11 de abril de 2007- habían sido detenidos en el norte del país poco después del asesinato a tiros de un coronel del Ejército maliense en su casa de Tombuctú a principios del pasado junio, con que ya han cumplido en prisión preventiva la pena que les ha sido impuesta.

Los activistas fueron condenados a nueve meses por un delito de "posesión ilegal de armas de fuego y de munición" han indicado fuentes jurídicas, que precisaron que aún no han sido puestos, sin embargo, en libertad, una decisión extremadamente complicada para Mali, a la que se opone frontalmente Argelia y otras potencias occidentales como Estados Unidos o el Reino Unido.

Presión de Francia

Todo parece indicar que Mali ha acabado cediendo finalmente a la presión de Francia, cuyo ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, se ha desplazado en dos ocasiones a Bamako este mes, la última el pasado sábado. Fuentes oficiales malienses aseguraron que Kouchner habría presionado duramente al presidente maliense, Amadou Toumane Touré, con la amenaza de reducir la cooperación y el apoyo financiero de Francia, antigua potencia colonial y principal inversor en el país del Sahel.

Camatte fue secuestrado en un hotel de Menaka, en la región norteña de Gao, el pasado 26 de noviembre, apenas tres días antes de que los cooperantes españoles Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta fuesen capturados en Mauritania por un grupo de hombres armados y llevados igualmente al norte de Mali. Se trata del primer ciudadano occidental secuestrado en el norte del país y su caso se presentaba en principio más complicado que el del secuestro de los españoles, así como el de una pareja italiana capturada también en Mauritania el 17 de diciembre.

Localizados pero sin medios para rescatarlos

Los seis rehenes europeos en poder de Al Qaeda permanecen retenidos en algún lugar de la depauperada y desértica región de Kidal, en el noreste del país, una zona de intrincadas montañas que propician desde hace años el refugio de los islamistas violentos y de todo tipo de traficantes y delincuentes organizados ante la impotencia de Bamako para hacerles frente.

Se trata de la cordillera del Adrar des Ifoghas que, a diferencia de otras regiones desérticas del vasto norte de Mali donde la supervivencia resultaría prácticamente imposible, dispone de agua y pequeñas poblaciones en las que poder aprovisionarse. "Sabemos donde se encuentran pero no podemos ir a por ellos porque no tenemos medios suficientes", ha declarado Assarid Ag Imbarcaouane, vicepresidente de la Asamblea Nacional maliense, uno de los líderes tuareg de Gao y experto conocedor de la zona.

Varias fuentes consultadas han coincidido en que la resolución del secuestro de los españoles deberá esperar al menos, en cualquier caso, a que se aclare la suerte de Camatte, en poder de la fracción más radical de Al Qaeda liderada por el argelino Abu Zeid.

Ese grupo fue el que ejecutó el pasado mayo al turista británico Edwin Dyer, el primer rehén asesinado en Mali, después de que, según un comunicado de los terroristas, el Gobierno de Londres no accediese a sus peticiones, que incluían la liberación de un islamista jordano.