Cartel de los primeros Juegos Olímpicos en la localidad francesa de Chamonix. / Archivo
OLIMPISMO

Vancouver revive 86 años de emociones blancas

Los Juegos de Invierno comenzaron en la localidad francesa de Chamonix y se han celebrado ininterrumpidamente, salvo una interrupción por la Segunda Guerra Mundial

VANCOUVER Actualizado: Guardar
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La ciudad canadiense de Vancouver acoge los XXI Juegos Olímpicos de Invierno, citas que comenzaron hace 86 años en la localidad francesa de Chamonix, y desde entonces, salvo una interrupción por la Segunda Guerra Mundial, se han celebrado ininterrumpidamente.

El 'parto olímpico invernal' no fue fácil. Los entusiastas que desde 1901 intentaron llevar adelante la idea de unos juegos invernales multideportivos encontraron gran oposición del fundador del olimpismo, el Barón Pierre de Coubertain, y la totalidad de los países nórdicos, que ya tenían sus propias competiciones de esa naturaleza.

Con mucha timidez, el patinaje artístico fue acogido en la cita estival de Londres 1908, y en la de Amberes 1920 se le agregó el hockey sobre hielo. Cuatro años después, Chamonix cambió el curso de la historia, al convocar a 258 atletas (247 hombres y 11 mujeres, todas en patinaje artístico) de 16 países.

Desde entonces comenzó el ciclo olímpico invernal, y sus más entusiastas impulsores fueron precisamente los que se le oponían con fiereza: los países escandinavos, que en Chamonix ganaron 28 de las 43 medallas repartidas.

Noruega y la Unión Soviética dominan el medallero

El primer campeón olímpico de invierno fue el estadounidense Charles Jewtrew, en el patinaje de velocidad de 500 metros, pero el 'Rey' de los Juegos fue el patinador finlandés Clas Thunberg, ganador de cinco medallas, tres de ellas de oro.

Este primer periodo inicial se mantuvo con citas cuatrienales en St. Moritz (Suiza) 1928, Lake Placid (Estados Unidos) 1932 y Garmsich-Partenkirchen (Alemania) 1936. En ese lapso brillaron por méritos propios el finlandés Thunberg, que ganó otras dos medallas de oro en patinaje para rubricar su leyenda con siete títulos olímpicos, y el estadounidense Eddie Eagan oro en el bob a cuatro en Lake Placid y hasta la fecha el único campeón olímpico de invierno y de verano, ya que en Amberes 1920 se había llevado el título en los 'semipesados' de boxeo.

En Lake Placid, Estados Unidos encabezó el medallero olímpico por única vez, con magra cosecha de 6 oros, 4 platas y 2 bronces, y ello en medio de polémicas, pues los organizadores cambiaron varias reglas en el patinaje de velocidad sin haber avisado al resto de los competidores.

Los Juegos invernales han sido dominado por Noruega y la desaparecida Unión Soviética, que se repartieron el primer lugar del medallero en siete ocasiones cada una, y Alemania en cinco oportunidades, las tres últimas de forma consecutiva (1998, 2002 y 2006).

Tras una pausa debido a la Segunda Guerra Mundial, los Juegos renacieron con fuerza en St. Moritz-1948, con 669 atletas de 28 países, pero Japón y Alemania pagaron el costo como perdedores en el conflicto bélico al ser excluidos de esa cita.

De nuevo se encarriló el tren olímpico con los Juegos de Oslo (Noruega) 1952; Cortina d'Ampezzo (Italia) 1956; Squaw Valley (EEUU) 1960; Innsbruck (Austria) 1964 y Grenoble (Francia) 1968. En Oslo se usó por primera vez la Antorcha Olímpica y su encendido en Atenas, cuna del Olimpismo. Cortina d'Ampezzo marcó el debut de la Unión Soviética en citas invernales y se transmitieron por primera vez los Juegos por televisión. En Innsbruck se sobrepasó la barrera de los 1.000 atletas, cuando 892 hombres y 199 mujeres, en representación de 36 países, compitieron en 34 disciplinas.

Samaranch y los profesionales

Otro periodo histórico se abre con los Juegos de Sapporo (Japón) 1972, al ser la primera vez que el evento se realizaba fuera de Europa y Estados Unidos. Pero lo que marcó esta cita nipona fue la ambivalencia del COI, que por una parte excluía al esquiador austríaco Karl Schranz, acusado de haber recibido dinero, y por otra toleraba la participación de los equipos de hockey de los países comunistas, cuyos jugadores recibían una compensación monetaria de parte de sus Estados sólo por dedicarse al deporte a tiempo completo.

La llegada del español Juan Antonio Samaranch a la presidencia del COI en 1980 significó un cambio radical en las reglas del juego olímpico. Bajo los 'lobbys' de presión de la televisión y las empresas patrocinadoras, se abrieron las puertas a los profesionales desde 1992.

Los Juegos siguieron su trote por Innsbruck 1976 -que acudió al rescate del COI luego de que la norteamericana Denver renunciara a la sede-; Lake Placid (EEUU) 1980; Sarajevo 1984; Calgary (Canadá) 1988; Albertville (Francia) 1992, los últimos en coincidir en el mismo año con los Juegos de verano; Lillehammer (Noruega) 1994 y Nagano (Japón) 1998.

La década de los 90 perteneció al legendario esquiador de fondo noruego Bjorn Daehlie, que acumuló 12 medallas olímpicas, ocho de ellas de oro, máxima cantidad lograda por cualquier atleta de invierno.

La gran cita entró en el siglo XXI envuelta en el escándalo de Salt Lake City-2002, salpicado por la corrupción en torno a la selección de la sede, lo que costó la expulsión de varios miembros del COI, y sonados casos de dopaje.

En Turín 2006 se estrenó un nuevo tipo de trampa, el dopaje sanguíneo, nueva línea que trae de cabeza al COI y su nueva arma, la Agencia Mundial Antidopaje, por las muchas formas para enmascarar su uso.