La nieve paraliza Nueva York y Washington
La sede de Naciones Unidas cierra sus puertas ante la previsión de una fuerte tormenta y las oficinas del gobierno federal mantienen suspendida su actividad
NUEVA YORK Actualizado: GuardarUn fuerte temporal de nieve sigue azotando la costa este de Estados Unidos. El área metropolitana de Washington, que continúa paralizada parcialmente por la gran nevada del pasado fin de semana, se encuentra en alerta ante una nueva tormenta que amenaza con descargar entre 25 y 50 centímetros de nieve. El mismo panorama se vive en Nueva York, donde la Organización de Naciones Unidas cierra su sede debido a la fuerte tormenta de nieve que se espera en la ciudad.
El Servicio Nacional de Meteorología prevé para hoy una intensa nevada en el Distrito de Columbia y los estados vecinos de Virginia y Maryland, que se añadirá a los 80 centímetros de nieve que cayeron hace unos días, en el llamado 'Snowmageddon', una de las tormentas más intensas de las que se tiene registro. Los expertos creen que la conjunción de la nueva tormenta, que podría por si sola ser, según los expertos, una de las mayores de los últimos años, con la del pasado fin de semana, convierte este invierto en el más feroz de los que se tiene recuerdo en Estados Unidos.
En Washington, por segundo día consecutivo, el Gobierno federal -que emplea en la zona a unos 230.000 funcionarios- ha mantenido suspendidas sus actividades, con la excepción de los empleados de los servicios públicos y de emergencias. Los colegios también permanecen cerrados debido a la gran acumulación de nieve que hay en las calles y las carreteras, ya que hace peligroso el tránsito de coches y del transporte público. Ante la perspectiva meteorológica, el Congreso de EEUU se ha visto obligado a suspender las audiencias previstas para hoy y ha postergado sin fecha determinada las que estaban previstas para los dos próximos días. Las cancelaciones han afectado, por ejemplo, a las comparecencias del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, sobre el futuro de las medidas extraordinarias para afrontar la crisis, que era muy esperada por los mercados, y del secretario del Tesoro, Tim Geithner, que iba a explicar los próximos presupuestos del país.
También las empresas privadas han reducido su actividad, y las instituciones culturales están cancelando sus eventos. Mientras tanto, las compañías eléctricas trabajan contrarreloj para restablecer el servicio a miles de domicilios afectados, aunque la llegada de la nueva nevada va a complicar la tarea. El transporte publico funciona con mucha dificultad, y si bien los empleados de la red de transporte y del metro se afanan en desenterrar los vehículos de la nieve, la llegada de la nueva tormenta obligará a interrumpir el servicio no subterráneo en las próximas horas. Mientras tanto, los equipos de limpieza, armados con palas quitanieve y camiones, se están esforzando en retirar la nieve acumulada en las vías principales del área metropolitana, si bien no cuentan con suficientes recursos como para limpiar las calles secundarias y las vías de acceso a las carreteras.
Nueva York, también cubierta de blanco
En Nueva York las cosas no están mejor. El cierre del emblemático edificio de la ONU por el temporal ha obligado a la cancelación de la reunión que el Consejo de Seguridad tenía previsto mantener sobre el funcionamiento y el futuro de las misiones de paz, así como de otros actos públicos de las diversas agencias del organismo mundial. También se ha visto afectada la agenda del secretario general, Ban Ki-moon, que ha tenido que posponer las reuniones y entrevistas que tenía programadas para el miércoles, dijeron fuentes del organismo.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha explicado que se espera que caigan entre 10 y 35 centímetros de nieve en la ciudad, lo que puede poner "en peligro la seguridad ciudadana" de los neoyorquinos. Se prevé que la nieve venga acompañada de fuertes vientos que podrían derribar ramas de árboles, letreros y postes de luz, con el consiguiente peligro para transeúntes y vehículos.
En consecuencia, las autoridades de la Gran Manzana han anunciado el cierre de todas las escuelas públicas de la ciudad y han desaconsejado el uso de los vehículos privados para facilitar la labor de limpieza de las calles. Asimismo, Bloomberg activará el dispositivo de emergencia en Nueva York, que ya tiene listas 1.600 máquinas quitanieve y 100.000 toneladas de sal que empezarán a repartir sobre el asfalto 365 camiones desde el momento en que empiece la precipitación.