CÁDIZ
Un año de zancadillas y reproches
El gobierno en minoría de Kichi muestra evidentes síntomas de asfixia un año después de llegar al pode
Los últimos acontecimientos vividos en el Ayuntamiento de Cádiz por las amenazas, deuda municipal y los presupuestos han provocado una crisis institucional sin precedentes. El equipo de Gobierno ha dado muestras de asfixia ante una oposición implacable . La situación es muy delicada. El propio alcalde, José María González, ha destacado que existe un «complot» para entorpecer su gestión .
Los socialistas fueron la muletilla de Kichi para desbancar a Teófila Martínez del sillón consistorial y facilitar el relevo político en San Juan de Dios, sin embargo, este apoyo estratégico se ha convertido en una guillotina para los ediles de Podemos y Ganar Cádiz en Común que regentan el Gobierno local. Las relaciones entre el alcalde y el portavoz del grupo socialista, Fran González, han ido de mal a peor . Basta recordar algunos episodios de los últimos seis meses para fraguar una opinión. Del reproche político se ha pasado al enfrentamiento personal. En octubre de 2015, por ejemplo, Fran González cuestionó por Twitter la jornada laboral del alcalde y le invitó a ponerse a trabajar. El regidor no tuvo reparos en informar, también por redes sociales, de sus horas de conciliación y de advertir que su suelo era de 1.800 euros mensuales y no de 4.300 euros como percibe el portavoz.
Los desplantes han ido subiendo de tono de forma paulatina. A finales de diciembre, el alcalde hizo balance de sus seis primeros meses de gestión y criticó al PSOE por la política de acoso y derribo que había mantenido contra el equipo de Gobierno local. El tono se elevó en febrero cuando el alcalde, en plenos carnavales, acusó a los socialistas de utilizar en su momento el palco del Falla como si fuera su cortijo. El debate llegó al Pleno y Fran González llegó a pedir explicaciones por ello. La discusión acabó espetando el alcalde que tenía una carrera y el portavoz del PSOE, no. Otro de los momentos clave de la tensa relación entre Podemos y PSOE se vivió a mediados de febrero en la entrega de los premios Libertad Cortes de Cádiz que, en esta edición, fueron concedidos a tres presos políticos venezolanos. Kichi calificó la edición del premio de «regalo envenenado» al ser una de las últimas decisiones del Gobierno de Teófila. Nadie del equipo de Gobierno acudió a la entrega que, en esta ocasión se hizo en Madrid y bajo una fuerte polémica porque se regatearon los gastos. El PSOE tildó al alcalde de «sectario». La relación ahora entre el alcalde y el PSOE no existe .
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