Cádiz

Y todo cambió en 2015

La inauguración del puente estaba cantada en un año electoral, sin embargo, no estaba tan claro que en 2015 Podemos arrebatara la Alcaldía a Teófila Martínez gracias a un pacto con el PSOE

La carga de trabajo en astilleros ha cabalgado durante los doce meses del año coincidiendo los anuncios de contratos con las vísperas electorales

JAVIER RODRÍGUEZ

Un año de cambios. Puede ser una frase hecha o quizás un tópico que nos ayuda a arrancar la última hoja del calendario de este 2015, pero nunca antes la provincia había sufrido una transformación tan amplia en tan corto espacio de tiempo. Sus efectos han dejado huella en el campo político, en las infraestructuras y en ese mercado sociolaboral que ha empezado a recobrar el pulso de forma tímida después de cinco años de letargo.

El año que acaba pasará a la historia de los gaditanos como el año del nuevo puente o el de ‘Kichi’ . Es evidente que 2015 ha marcado tendencia y el inicio de una nueva época, sin embargo, queda por saber si 2016 seguirá la misma estela. Muy pocos podían imaginar el pasado enero que la ciudad de Cádiz mudaría su piel política después de veinte años de mandato popular. Un acuerdo entre PSOE y Podemos desalojó a Teófila Martínez de la Alcaldía para colocar a José María González ‘Kichi’ al frente del consistorio.

Las autonómicas

Primer aviso

Doce meses de vértigo que arrancaron con los preparativos de unas elecciones autonómicas, donde el PSOE se jugaba su prestigio en Andalucía tras cuatro años sumido en el fango de la corrupción por los ERE falsos . Mientras Susana Díaz trataba de contener las resoluciones de la jueza Alaya, Podemos se preparaba para dar el primer gran salto a las instituciones después del éxito obtenido en las europeas de mayo de 2014. Los populares, por su parte, delegaron todas sus opciones de triunfo en Juan Manuel Moreno, un valor emergente del partido, designado desde Madrid. El resultado de estos comicios fueron la primera radiografía seria de lo que se avecinaba. Susana Díaz ganó, pero necesitó del apoyo de Ciudadanos para ser investida. No fue fácil porque Podemos le hizo la vida imposible y el partido de Rivera puso demasiadas condiciones para dar su brazo a torcer. Al final llegó el acuerdo. Sin embargo, la provincia de Cádiz salió muy resentida de esta primera contienda electoral. El bipartidismo comenzaba a hacer aguas , mientras que Podemos y Ciudadanos se subían a la cresta de la ola.

Los socialistas obtuvieron en la provincia uno de sus registros más bajos al lograr solo seis parlamentarios, mientras que el PP alcanzó los cuatro. Los votos gaditanos de Podemos permitieron tres representantes, con Teresa Rodríguez al frente, mientras que Ciudadanos cosechó un parlamentario. Las autonómicas dejaron a IU en fuera de juego.

Astilleros

Carga de trabajo

Mientras la política se preparaba para una segunda cita electoral con las municipales de mayo, los astilleros advertían de que algo estaba cambiando en las tres factorías de la Bahía. Navantia estrenó 2015 con una carga de trabajo heredada el año anterior , es decir, la planta de San Fernando seguía con el segundo Barco de Acción Marítima (BAM), encargado por la Armada Española, y la planta de Puerto Real arrancaba la obra de la plataforma eólica marina de Iberdrola. La paz reinaba en los astilleros después de cuatro años de protestas por la falta de actividad. Sin embargo, los comités de empresa no dudaron en echarse a la calle para reivindicar un plan que garantizara el relevo generacional en la empresa.

Los astilleros necesitan savia nueva para suplir a ese contingente de 60 años que aún sigue en el tajo . Pese a todo, los brotes verdes aparecieron en 2015 en los astilleros. La compañía avanzó en marzo uno de los contratos más novedosos de la década. Navantia y el grupo vasco Ibaizábal firmaron un principio de acuerdo para la construcción de seis petroleros en la Bahía. La noticia se recibió con cierto escepticismo en Cádiz porque se produjo en plena campaña de las autonómicas. La obra de los petroleros devolvía a los astilleros gaditanos a un tipo de construcción naval que abandonó en la década de los noventa para centrarse en los buques militares.

El contrato de los petroleros tuvo su segunda parte en mayo, muy cerca de las elecciones municipales, cuando las partes reafirmaron el acuerdo y se emplazaron a junio para su rúbrica. En ese impás de tiempo surgieron demasiadas tensiones. La SEPI, sociedad estatal a la que pertenece Navantia, planteó sus dudas sobre el contrato y reconoció que no aportaba ningún valor añadido a la industria naval española, ya que el proyecto obligaba a una alianza con el astillero coreano de Daewoo, que aportaba la tecnología y los bienes de equipo. España se encargaría solo la mano de obra. No obstante, pesó más la llegada de carga de trabajo que las tesis de la SEPI.

El contrato se firmó a primeros de julio para la construcción de cuatro barcos y un quinto en el primer trimestre de 2016 . No ha sido el único contrato que ha reactivado a Navantia en la Bahía. En abril, la compañía firmó con Royal Caribbean un acuerdo para reparar en el astillero de la capital parte de sus cruceros . Este contrato garantiza el mantenimiento anual de, al menos, dos grandes barcos.

De Teófila a Kichi

Un desalojo pactado

La segunda cita electoral del año tuvo lugar el 24 de mayo. Las alcaldías estaban en juego y la expectación era máxima ante el ascenso de Podemos y Ciudadanos. PP y PSOE volvieron a cosechar uno de sus peores resultados. Por primera vez en veinte años, Teófila Martínez ganaba unas elecciones, pero sin mayoría absoluta. El PP estaba entonces a merced de los grupos de izquierda. Dicho y hecho. Los socialistas acordaron con Podemos el desalojo de la Alcaldía y acabaron así con dos décadas de gobierno popular en la capital. El 13 de junio, los cinco ediles del PSOE favorecieron con su voto la investidura como alcalde de José María González ‘Kichi ’, que un mes más tarde formaría gobierno con los dos ediles de Ganar Cádiz en Común. Podemos logró en Cádiz 18.342 votos, un 27,8%, que le valieron ocho ediles.

Los primeros síntomas del cambio político se advirtieron nada más acceder a la Alcaldía cuando ‘ Kichi ’ y su equipo quisieron aplicar a rajatabla sus principios y programa en materia de vivienda tratando de paralizar por la fuerza un desalojo autorizado por el juez en la calle Benjumea. La orden se ejecutó sin que el alcalde lo pudiera impedir. El equipo de gobierno, pese a todo, no ha paralizado ningún desahucio ordenado por la justicia. Tampoco abrió los comedores escolares en verano para atender a las familias sin recursos. La iniciativa la cambió por una asignación económica. La llegada de ‘Kichi’ a la Alcaldía ha significado una revolución en tan solo seis meses de gestión . A la polémica sobre el izado de la bandera en la plaza de Sevilla, finalmente se izó, siguió el cambio del retrato del Rey del despacho consistorial por el del alcalde anarquista Fermín Salvochea. Su irrupción no ha dejado títere con cabeza. La emprendió contra las pantallas led. El nuevo alcalde consideró que eran una plataforma de autobombo publicitario del PP y prometió un cambio en su gestión. Sin embargo, el propio ayuntamiento se valió de ellas para alardear de sus méritos. Algunas de ellas se han retirado de la vía pública para servir de marcador en el estadio Carranza. Las críticas al nuevo gobierno local se empezaron a suceder a la vuelta el verano.

El alcalde reconoció sin tapujos que el Ayuntamiento estaba en quiebra y mostró sus reticencias a pagar la deuda. Esta declaración ha servido para que la banca le cierre las puertas y se encuentre en estos momentos en una situación de asfixia. Insistió en que la deuda era ilegítima, pero se ha quedado absolutamente solo en ese discurso. El PSOE, mientras tanto, da una de cal y otra de arena al equipo de Podemos, aunque en el último mes del año han sido constantes los enfrentamientos públicos entre el portavoz del PSOE, Fran González, y el regidor, José María González. El 2016 se estrena con el rumor cada vez más insitente de una posible moción de censura, pero está por ver quién liderará ese movimiento contra el equipo de gobierno. Las municipales las ganó el PSOE en la provincia con un 28,4% de los votos frente al PP, que logró el 27,4%. Estas elecciones cambiaron el mapa político de la provincia.El PSOE se hizo con 25 alcaldías, IU con 7, PP con 5, los andalucistas con 4, Podemos con 2 y los independientes de La Línea con una.

El puente de todos

El estreno más esperado

El paso de la Vuelta Ciclista por el segundo puente el 25 de agosto fue un primer avance de que la inauguración del nuevo acceso de la Bahía estaba cerca. Los técnicos de Fomento visitaron la obra a mediados de septiembre y por sorpresa anunciaron que la apertura al tráfico sería el 24 de septiembre. Pese a todo, los gaditanos no pudieron pasear a pie por el tablero como se había anunciado. No hubo jornada de puertas abiertas previa al estreno .

Los remates de la obra impidieron abrir el puente a los peatones un día antes de su inauguración. El 24 de septiembre quedará también en los anales de la historia de la ciudad , ya que se ponía fin a siete años de obra y a una larga espera que había generado mucha polémica. Acabó la obra de un puente que se adjudicó en 2006 por 273 millones de euros y su factura final ascendió a 506 millones. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y la ministra de Fomento, Ana Pastor, se encargaron ese día de descubrir un monolito en mitad del viaducto donde quedó bautizado como Puente de la Constitución de 1812 . Su apertura ha significado un cambio radical en las comunicaciones de la Bahía.

El puente Carranza ha sido el que más lo ha notado al rebajar su intensidad media de paso de vehículos. El nuevo puente también ha obligado a replantear algunos espacios de la ciudad, como la Carretera Industrial, donde ha concluido la obra de la nueva estación de autobuses y donde se lleva a cabo también el túnel para conectar esta arteria de la ciudad con la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz. El Ayuntamiento tiene que definir aún el aparcamiento en la zona y la apertura de nuevos carriles en la avenida para dar más fluidez al tráfico. La presencia del nuevo puente también se ha notado en las rutas de los autobuses urbanos . El Consorcio de Transportes ha habilitado las dos primeras conexiones por el puente, que sirven para conectar Cádiz directamente con el campus universitario de Puerto Real y con este municipio.

Entre el AVE y el puerto

Las infraestructuras clave

El nuevo puente de Cádiz ha servido para situar a la capital en el mapa de las grandes infraestructuras, pero la culminación de la línea de alta velocidad entre Sevilla y Cádiz ha subido a la Bahía al tren del futuro. El pasado octubre, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), empresa pública que depende del Ministerio de Fomento, abrió al tráfico ferroviario los 28 kilómetros de doble vía entre Utrera y Los Palacios que restaban para completar la totalidad del trazado. Con esta inauguración, que se ha hecho sin publicidad alguna, concluyen catorce años de obras para desdoblar unos 120 kilómetros de trazado .

Con esta obra se gana en seguridad, pero también en tiempo. El objetivo es restar minutos al reloj para conectar Madrid con Cádiz en un tiempo récord de tres horas y media. De momento, esta posibilidad es más un deseo que una realidad. Adif y Renfe estudian todavía los servicios y horarios para 2016 y lograr acortar el viaje entre ambas capitales. La alta velocidad es clave para el desarrollo de la provincia como lo es también la nueva terminal de contenedores, cuya construcción entra en su recta final en el puerto de Cádiz.

La generales

El PSOE gana por la mínima

Los sondeos no acertaron con el resultado provincial de las elecciones generales del 20-D. Los socialistas ganaron por la mínima, 1.613 votos, al PP. El PSOE fue la fuerza más votada en 31 municipios, mientras que los populares lo lograron en once, precisamente, los más poblados de la provincia. Los partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, recibieron los votos que perdieron por el camino tanto PP, como PSOEe IU. Podemos cosechó en las generales 130.215 sufragios, mientras que Ciudadanos, 94.707. Así, PP y PSOE obtuvieron tres diputados, respectivamente, Podemos dos y Ciudadanos uno.

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