INDUSTRIA NAVAL

Los BAM vuelven por elecciones

El adelanto electoral deja en el tintero la culminación de la segunda fase de estos barcos

J. R.

Las futuras inversiones públicas para generar empleo y fortalecer el tejido industrial de nuestro país pueden venir a partir de ahora de la mano del sector de defensa. El PP, en caso de seguir en el Gobierno de la nación, tiene previsto incrementar el gasto militar. Se trata de una medida que lleva madurando el ejecutivo español desde hace varios años ante la escasa aportación como miembro de la OTAN. De hecho, España fue de nuevo el año pasado uno de los países que menos invirtió en defensa de toda la OTAN en relación a su Producto Interior Bruto. Con un gasto del 0,9% del PIB, nuestro país tuvo un gasto oficial de 12.614 millones de dólares y una fuerza de 122.000 efectivos, según las estadísticas distribuidas por la Alianza Atlántica.

Fuerza tractora

El ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, ha defendido en varias ocasiones la necesidad de aumentar la inversión. En su opinión esa inversión no debe entenderse sólo desde un punto de vista militar y de seguridad, sino «que tiene una repercusión extraordinaria en la economía nacional y se debe entender como una fuerza tractora en la sociedad y el tejido productivo». La empresa pública Navantia sería una de las principales beneficiadas con el aumento en gasto militar . No hay que olvidar que en materia naval, el Gobierno tiene dos importantes retos que abordar en los próximos años. Por un lado, la culminación de la segunda fase de los Barcos de Acción Marítima (BAM), y de otra porte, el inicio de las nuevas fragatas F-110.

La primera fase de los BAM la sacó adelante el gobierno socialista de Zapatero con cuatro unidades, construidas en el astillero de San Fernando, mientras que la segunda fase tardó en llegar por falta de presupuesto. De hecho, el gobierno socialista en sus últimos meses de gestión de 2011 dejó sobre la mesa la construcción de otros cuatro barcos de estas características, pero no suscribió su asignación presupuestaria. El PP autorizó el gasto en 2014, pero solo de dos unidades . Una se construye en Ferrol y la otra en el astillero de San Fernando. Todo apunta a que se podría contratar en los próximos meses la construcción de los dos BAM que restan. No obstante, esta filtración ha sido criticada, ya que ha tenido lugar en plena campaña electoral. El alcalde de Cádiz, José María González , no ha tardado en calificar la propuesta de electoralista.

La segunda inversión de calado que se avecina se orienta hacia las cinco nuevas fragatas de la serie F-110, un modelo más avanzado que las cinco unidades de la Armada F-100. El Gobierno ya ha destinado más de 170 millones de euros en el desarrollo de este barco , pero no será hasta 2018 cuando arranque su construcción.

Esta inversión fue objeto de debate ayer en la comparecencia en Cádiz de los representantes sindicales de los tres astilleros de la Bahía. Destacaron que el anuncio realizado por el PP en los últimos días sobre una nueva partida para la segunda serie de barcos cuestiona, en cierto modo, el contrato de Arabia.

Jesús Peralta, del astillero isleño, comentó que actualmente se están construyendo en San Fernando y en Ferrol dos BAM de la segunda serie, que consta de un total de cinco. Por tanto, «más tarde o más temprano tienen que poner sobre la mesa» la partida necesaria para completar la serie. Tras destacar que no se han concretado cuantías «ni se han comprometido a fechas», resaltó que la plantilla «no sabe a qué responde» ese anuncio, esperando que «no se deba a que pueda estar difícil el contrato con Arabia Saudí».

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