SUCESOS
«Vivimos momentos de mucha tensión y miedo»
Los vecinos de Vejer y Conil intentan recuperar la normalidad tras la gran tromba de agua caída este fin de semana que dejó calles y casas inundadas
La fuerte tromba de agua cogió desprevenidos a los vecinos de gran parte de la Janda. Había chispeado a ratos, pero, de repente, de madrugada y en apenas cuatro horas, llegaron a caer hasta 150 litros por metro cuadrado. La fuerza del agua convirtió sus calles en auténticos riachuelos, destrozó caminos y se abrió paso hasta las casas donde llevó la desolación y el temor. «Vivimos momentos de gran tesión y miedo», cuenta el alcalde vejeriego José Ortiz.
Tras el azote de la lluvia del fin de semana, este lunes era turno de evaluar los daños. El sol les devolvía cierta tranquilidad y, entre fregonas y cubos , ayudaba al menos a secar algo de lo mojado. «Bueno, aquí estamos... intentando volver a la normalidad», se resigna Juan Bermúdez, el regidor de Conil tras más de 24 horas sin parar de ver y recibir incidencias. «Lo hemos vivido con mucha preocupación. Hubo que evacuar a personas mayores y rescatar a vecinos de los tejados». Sólo en Conil se registraron 80 llamadas a emergencias.
Pero ya este lunes, el recuento de las pérdidas se ponía en marcha. Según el delegado del Gobierno, Antonio Sanz, que se desplazó hasta los dos municipios más castigados por la tormenta, unas 300 viviendas se han visto afectadas . Casas casi inhabilitables donde el agua entró hasta más de un metro de altura, locales enfangados, coches y demás enseres inutilizados. «Hay familias que han perdido de todo. Además del valor económico, en algunos casos, es también el sentimental», lamentaba Ortiz.
Aislados
El fuerte aguacero unido a la subida de la marea provocó el caos . Sobre todo en pedanías y zonas rurales donde además la inundación de los accesos dejó a cientos de vecinos aislados. Zahora, El Palmar, Santa Lucía, El Colorao, Cañada Ancha, La Muela o La Barca de Vejer, fueron algunos de los puntos más conflictivos donde los bomberos se tuvieron que esmerar para poder llegar, siendo imposible en algunos casos y fundamental en otros. Así por ejemplo pudieron rescatar a María, una anciana de 87 de años que, impedida en la cama, se había quedado atrapada en su casa de El Palmar. «Fue angustioso. Faltaban cinco centímetros para que le llegara el agua al colchón», contaba una familiar.
Graves destrozos en la playa de El Palmar
El delegado del Gobierno en Andalucía visitaba ayer las zonas más afectadas por el temporal. Sanz hacía parada en la playa de El Palmar que la mañana del domingo amanecía con importantes destrozos, tantos en sus accesos como en su arenal. La riada que se generó en su avenida principal junto a la fuerza de la lluvia y el envite de las olas provocó que esta zona del litoral se haya visto especialmente dañado.
Así, ayer se podían ver socavones en la vía que discurre en su paralelo, además de las vallas de madera rotas. Cuestionado el delegado de Medio Ambiente sobre el impacto de las construcciones ilegales en este tipo de incidencias, afirmó que sí tiene relación pero que, en esta ocasión, la principal causa de los daños que se han generado ha sido la gran cantidad de agua que cayó en tan poco tiempo.
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