CÁDIZ
La vida en una corrala: cansados de falsas promesas
La okupación de una urbanización sin terminar por 17 familias en Chipiona se suma a la larga lista de casos ocurridos en los últimos meses en la provincia
Promesas incumplidas. El fenómeno de las corralas, que pone rostro al problema de la vivienda, continúa extendiéndose en la provincia de Cádiz y amenaza con convertirse en crónico, debido a la incapacidad de las administraciones y de los políticos para solventarlo.
El ejemplo más claro está en La Corrala de la Bahía , un edificio ubicado en la Avenida de Portugal de Cádiz que fue abandonado hace ocho años por quiebra de la promotora y en el que se instalaron veintiocho familias de okupas, la mayor parte procedentes de otros desahucios, sin suministros básicos de agua o luz. Unas ochenta personas, alrededor de la treintena son menores de edad, se encuentran sin respuesta por parte del Ayuntamiento de Cádiz. Tras su toma de posesión como alcalde, José María González prometió dar «una solución» a los ocupantes de la Corrala.
En octubre, hartos de expectativas rotas, empezaron a movilizarse. Fue entonces cuando el regidor gaditano publicó en los medios una carta al banco Santander en la que decía que la entidad bancaria no «entiende de humanidad ni de derechos humanos» y que «una vivienda digna es también tener garantizados los suministros básicos de luz y de agua».
Yolanda muestra el aspecto de la cocina de la vivienda que ha ocupado