CRISIS POR EL CORONAVIRUS
El viaje más largo del 'Carnival Victory'
El crucero lleva tres semanas en el muelle del astillero de Puerto Real con 1.500 miembros de su tripulación confinados
Llegó para una reforma integral en Navantia, pero aguantará en la Bahía hasta que culmine el estado de alarma
Los tanques del crucero 'Carnival Victory ' se han llenado otra vez de combustible diésel para que siga con toda su infraestructura operativa. El buque lleva tres semanas atracado en el muelle de servidumbre del astillero de Puerto Real con 1.500 personas a bordo . El crucero llegó a las instalaciones de Navantia el pasado 11 de marzo procedente de Miami, de donde salió el día 2 de este mismo mes. La irrupción del coronavirus en Europa a través de Italia obligó tanto a las autoridades norteamericanas en Florida y al propio armador del buque, la compañía Carnival Cruise Line , a realizar una selección en origen del personal que iba a realizar la travesía hasta España. Así, la Carnival descartó el embarque de las subcontratas italianas y realizó multitd de test durante el viaje a las casi 3.000 personas, incluida la tripulación, que venían a Cádiz a trabajar en la obra de mejora de este crucero.
La llegada del crucero no estuvo exenta de polémica y fue, precisamente, el comité de empresa del astillero puertorrealeño el que dio la voz de alarma sobre el peligro de contagio en la Bahía si se permitía el desembarque tanto de la tripulación como de los obreros que venían a bordo. La situación se fue tensando al mismo tiempo que España sumaba contagiados y muertos. El estado de alarma decretado en nuestro país el 14 de marzo puso a cada uno en su sitio y Navantia decidió finalmente el día 15 de marzo paralizar la actividad en sus diques hasta nueva orden .
Las medidas adoptadas por el Gobierno de España y la decisión de Navantia de paralizar su producción llevaron al 'Carnival Victory' a afrontar una situación inédita . Tanto los obreros como la tripulación pasaron una cuarentena a bordo del barco y se ha podido comprobar a día de hoy que no hay contagio de coronavirus. Sin embargo, el día a día de este contingente extranjero en el muelle del astillero es especialmente duro y anómalo . Distintas fuentes consultadas por LA VOZ señalan que el barco tiene todos sus servicios activos, ya que el armador es el que se encarga de los suministros de combustible y víveres. Por su parte, Navantia-Puerto Real es quien facilita los accesos al barco de toda la logística que a diario llega hasta las instalaciones para mantener con vida esta ciudad flotante con 1.500 personas en su interior. Para ello se sigue con un protocolo estricto de seguridad y riesgos laborales
El armador ha logrado repatriar a un millar de obreros de las subcontratas que también viajaban en el barco
Durante este tiempo, el armador ha logrado repatriar hasta sus lugares de origen a algo más de 1.000 trabajadores. No ha sido fácil, ya que se trata de un contingente muy heterogéneo y de diversas nacionalidades, sin embargo, la salida de estos trabajadores, la mayor parte de ellos en avión, se facilitó a través de los aeropuertos de Jerez y Sevilla antes de que la situación fuese a peor en nuestro país.
Las mismas fuentes han señalado a LA VOZ que los trabajadores hacen su vida en las cubiertas del barco. No bajan al muelle. "«Es un confinamiento en el interior del crucero«, destacan. Todo apunta a que la Carnival Cruise Line mantendrá el barco en las instalaciones gaditanas hasta que se desactive el estado de alarma y, después, llevará a cabo parte de la obra que estaba comprometida en el astillero. Es decir, se prevé que la transformación integral prevista se realice por fases y no de golpe como estaba prevista inicialmente. El barco llegó a Puerto Real para someterse a una transformación integral que incluía, además, un cambio de 'look'. El barco entraba con el nombre de 'Victory' y salía bautizado con el nuievo nombre de 'Carnival Radiance'.
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