María José Pemán
Los veranos de una señora incansable
La hija del escritor José María Pemán rememora sus veranos, en los que no faltaban ni la playa de Cádiz ni las comidas en la plaza de San Antonio
Hablamos con María José Pemán , la sexta de nueve hermanos, que acaba de cumplir 90 años , pero tiene el espíritu de una persona mucho más joven. Nació en Cádiz como su padre, el reconocido escritor José María Pemán y Pemartín , seguramente uno de los mejores embajadores que ha tenido la ciudad de Cádiz, porque allá donde fuere llevaba el nombre de su tierra natal. María José vivió parte de su infancia y etapa escolar en Cádiz, pero muy pronto, en el año 1940, se fue a Madrid cuando su padre tuvo que estar al frente de la Real Academia Española y donde pasó el resto de su vida. Conoció a Gonzalo Aguirre, ingeniero naval cuando vino hacer la mili a Cádiz, pero luego le destinaron a Madrid donde vivieron desde que se casaron, en Jerez, en el año 1954.
Nuestra protagonista recuerda a su padre con admiración y del que dice haber sido una persona extraordinaria. Acaba de terminar de leer un libro suyo que nunca antes lo había leído, y resalta lo bonito que le ha parecido. Éste es ‘Lo que María guardaba en su corazón’. De José María Pemán nos cuenta que llegó a ser su secretaria porque había hecho taquigrafía. Además, añade como un buen recuerdo: « Tengo una foto buenísima, pero está en Madrid, de él en ‘El Cerro’ dictándome artículos y yo sentada con mi máquina de escribir ». El Cerro era la finca familiar ubicada en Jerez, en la que pasaban largas temporadas de primavera y otoño. «Recuerdo que jugábamos mucho al tenis». Actualmente su deporte preferido es el golf, aunque de vez en cuando también juega una partida de croquet. Y es que María José siempre ha sido una persona muy deportista , quizás esa sea la clave de que esté tan bien a sus 90 años.
Quedamos con ella en el lugar en el que tantas horas ha pasado y tantos buenos recuerdos le genera: La Casa Grande del Real Club de Golf Vista Hermosa. Cuando terminamos nuestra charla, María José salió a jugar un partido de golf con sus amigas Mariuca Sagües Martínez de Asagra y Montse Zaldívar. Mientras elegíamos el lugar para la foto, la hija de Pemán iba recordando alguno de los premios de golf que más le había gustado ganar en ese campo , como la Copa Romerijo, la Copa Presidente, el torneo Rolex o haber sido subcampeona de la Copa Domecq. Cuenta la dificultad del campo portuense para quienes no lo conocen, debido a la estrechez de sus calles. Aunque insiste que tampoco ha ganado tantos campeonatos, tenemos constancia de que tiene un buen palmarés. Le preguntamos por esa gran afición al golf, de la que cuenta que le viene de su etapa de recién casada en la capital española, en la que no se hablaba de otra cosa. Empezó a jugar en El Club de Campo y es socia de honor del club de golf de La Moraleja.
Volvemos a sus recuerdos y le preguntamos por los primeros veranos que se le vienen a la mente: «Veraneábamos en Cádiz, en casa de papá. Un veraneo en Cádiz era una maravilla. Una playa maravillosa con todos mis niños por allí . Nos reuníamos los hermanos, mi padre se sentaba con zapatos y calcetines en las hamacas de la playa a leer. A las dos de la tarde teníamos que salir todos corriendo para comer en casa de mamá en San Antonio ».
Más tarde y con la creación de Vista Hermosa , María José fue la primera de sus hermanos en comprar una parcela para veranear allí. Recuerda que había muy poquitas casas y unos caminos, nada de calles. No fue hasta el año 1973 cuando pudo ir a su casa portuense, más conocida como ‘La Piconera’ en homenaje al personaje literario creado por su padre. Lo qué más le atraía de esta urbanización eran los planes familiares.
Fue en el año 1974 cuando hicieron el campo de golf , y María José pudo disfrutar de su gran afición, que practicaba en Madrid durante los meses laborales. «Recuerdo con risas los primeros campeonatos, cuando Luis Gómez se ponía en una silla y nos daba la salida».
Poco después, se fueron casi todos los hermanos Pemán Domecq a veranear a la nueva urbanización, con la gran indignación del escritor, al que tanto le gustaban las comidas familiares en San Antonio. Aunque el primer día que María José le invitó a comer a su nueva residencia de verano le dijo: «Te felicito y te perdono».
Su agenda social es un no parar. Es una gran aficionada a los toros, abonada en Madrid y no se pierde la temporada de El Puerto , este año estará el 6 de agosto viendo a Ponce, Morante y Aguado.
María José, una persona que disfruta de la vida, un ejemplo de actitud e inspiración .