CRISIS DEL CORONAVIRUS

Las ventas se desploman más de un 80% en las gasolineras de Cádiz

La paralización de la actividad en sectores no esenciales y la limitación de desplazamientos ha agravado la crisis que ya arrastraba este sector

Gasolinera de Hemegas en la Zona Franca de Cádiz. Antonio Vázquez

La crisis del coronavirus ha sobrevenido a toda la sociedad gaditana . La mayoría de los sectores de actividad han tenido que echar el cierre mientras dure el Estado de Alarma. La recuperación de la situación va más lenta de lo que se esperaba, y a día de hoy, pocos se atreven a pronosticar cuando podría volver Cádiz a alcanzar una cierta estabilidad sanitaria, económica y social.

Solamente las empresas que ofrecen servicios de primera necesidad o son considerados esenciales para el día a día permanecen abiertos. El de las gasolineras es uno de estos sectores que, pese a permanecer activos y ser fundamentales, se está viendo sacudido por la situación excepcional generada por el Covid-19 y la limitación de movimientos y desplazamientos de vehículos.

La caída en las ventas de las estaciones de servicio de la provincia de Cádiz se sitúan entre el 80 y el 85%. El endurecimiento del Estado de Alarma esta semana con la paralización de ciertos sectores clave ha hecho que se agrave aún más la situación .

«Hemos pasado de vender 3.000 litros de carburante de media cada día a 400», asegura Fernández

«La caída en la venta de carburante se está notando una barbaridad. De estar vendiendo una media de más de 3.000 litros al día, ahora hay días que apenas vendemos 400 litros de carburante» ha explicado a este periódico Raúl Fernández, empleado de la gasolinera Repsol Supercor Stop & Go situada en Segunda Aguada.

Pese a todo, Fernández reconoce que «dentro de lo que cabe nos podemos sentir afortunados porque seguimos trabajando. Al estar dentro de la ciudad de Cádiz, siempre hay más movimiento de gente que las gasolineras que están en carretera».

En esta misma línea se expresa Manuel Montoro, jefe de administración de Hemegas. Esta empresa con sede en Villamartín cuenta con cuatro gasolineras en la provincia (Cádiz capital, Olvera, Villamartín y Bornos) y dos almacenes de distribución a domicilio.

«Durante la primera semana de confinamiento, la caída en las ventas se situaba en torno al 60%. A medida que han pasado los días la situación ha empeorado notablemente. Actualmente estamos hablando de una caída del 80 u 85%. En los fines de semana la situación es mucho peor , llegando a una reducción de más del 90%».

La venta de carburante a domicilio también ha notado un descenso precipitado en la demanda desde que se produjo el endurecimiento del Estado de Alarma y la paralización de muchas actividades no esenciales. «En los primeros días se dispararon las ventas a domicilio. A partir de la primera semana la situación ha ido empeorando hasta una caída en las ventas de en torno al 80%». Buena parte de este descenso ha sido provocado por la paralización del sector industrial y de la construcción .

José Cortés es presidente de la Asociación de Gasolineras Libres (AGLA). En la provincia de Cádiz hay tres estaciones de servicio que forman parte de esta asociación en La Línea de la Concepción, Castellar de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda.

«La situación actualmente es muy mala para todos, aunque ahora lo primero es la salud, y luego el negocio », ha explicado a este periódico Cortés, quién coincide en la notable reducción del volumen de negocio en este sector. «Como es un servicio esencial estamos obligados a mantenernos abiertos. Nuestro negocio se mueve en unos márgenes de beneficio de entre un 10 y un 15%. Si actualmente vendemos un 80% menos, la ruina está asegurada».

«Si la situación dura mucho, más de una estación de servicio va a tener que cerrar», afirma Cortés

En este sentido, el presidente de AGLA reconoce que las consecuencias pueden ser muy negativas en el sector si esta situación se mantiene en el tiempo: «Las estaciones libres tienen otros márgenes y pueden aguantar un poquito más, pueden cubrir parte de los costes. Si la situación dura mucho, más de una estación de servicio va a tener que cerrar , no queda otra».

A esta crisis del coronavirus hay que sumar la que ya venía atravesando el sector desde el pasado mes de febrero con la guerra comercial abierta entre Rusia y Arabia Saudí en la producción de crudo y el fracaso de la reunión para recortar la producción entre países de la OPEP.

A este más que notable descenso de la venta de carburantes se le añade una caída precipitada de los precios de venta al cliente. En algunas estaciones de servicio, el litro de gasóil se está vendiendo a un euro , algo que no se vivía desde hace muchos años.

«La crisis del coronavirus ha coincidido con el tema del petróleo. La demanda ha bajado un 80% y los productores, entre ellos Arabia Saudí y Rusia, están de pelea y han aumentado la producción. Si no tengo venta y encima aumento la producción, el petróleo se está regalando », asegura Cortés.

En cuanto al futuro del sector, Manuel Montoro prevé un periodo de incertidumbre: «En nuestra empresa tendremos que adaptarnos y tomar las medidas que sean necesarias, pero lo que no podemos controlar es cómo les va a afectar esta crisis del coronavirus a nuestros clientes».

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