SUCESOS
Vejer y Conil, tras la lluvia llegan el recuento de las pérdidas
Los alcaldes ya han iniciado los trámites para pedir al Gobierno que se declare la zona catastrófica. Antonio Sanz visita ambos municipios y afirma que hará «todo lo posible» por ellos
El sol que brilla hoy en toda la provincia ha dado luz este lunes a los cientos de destrozos con los que han amanecido en sus casas los vecinos de Conil y Vejer, quienes, a duras penas, con fregonas y cubos en mano intentan recuperar la normalidad tras el azote que les dejó de la lluvia de este fin de semana.
De esta manera, en ambas localidades han comenzado a evaluar los daños producidos en sus viviendas, locales, coches y demas enseres que han quedado inutilizados tras las inundaciones que han sufrido. «Los momentos de tensión se han convertido en desesperanza de ver tantas casas afectadas en las que las familias han perdido de todo, electrodomésticos, muebles, y todo tipo de enseres», ha explicado hoy a EFE José Ortiz, alcalde de Vejer.
Ortiz, como el alcalde de Conil, Juan Bermúdez, están pendientes de enumerar todos los daños e iniciar los trámites para pedir al Gobierno que se declare la zona catastrófica , con lo que los afectados podrían recibir ayudas.
Daños en la playa de El Palmar- LA VOZ En cuanto a la declaración de zona catastrófica, Sanz ha manifestado que los municipios afectados se tiene que acoger a la normativa y en base a cómo está afectado tiene su derecho a recibir las ayudas, «eso es el trámite, que significa aplicar la normativa vigente como zona afectada».
«Se vivieron momentos de gran tensión y de mucho miedo pero Vejer y su gente se hizo grande»Por su parte, el alcalde de Vejer, José Ortiz, ha señalado que estaban visitando las zonas afectadas «no para ver lo que hay, sino para ver las soluciones. Como cargos públicos tenemos que llegar y ayudar desde las diferentes administraciones».
Asimismo, ha querido agradecer la reacción de los vecinos «y el apoyo que se dieron a los afectados. Se vivieron momentos de gran tensión y de mucho miedo, pero una vez más Vejer y su gente se hizo grande».