Carta al director
A veces, de forma inesperada, la vida se nos tuerce
Es una enfermedad poco conocida, salvo para quienes la padecemos y las personas de nuestro entorno
Esta carta la firmamos un grupo de enfermos de esclerosis múltiples, además de familiares, todos de la provincia de Cádiz. Es una enfermedad poco conocida, salvo para quienes la padecemos y las personas de nuestro entorno; una enfermedad del sistema nervioso central, degenerativa y heterogénea, ya que se manifiesta de numerosas formas, con daños físicos que pueden extenderse a todo el cuerpo (visión, movilidad, falta de coordinación, mareos, debilidad, problemas al tragar, dificultades cognitivas…) con menor o mayor gravedad.
Como en tantas otras enfermedades graves, se necesita una atención médica y farmacológica muy precisa y especializada.
Desde hace años, entre otras profesionales, los enfermos de esclerosis múltiple de Cádiz tenemos la suerte de contar con una neuróloga que a nuestro desasosiego responde con empatía; a nuestros retrocesos, con nuevas esperanzas; a nuestras inquietudes y dudas, con conocimiento y respuestas; a nuestra desesperación, con ánimos y mayor esfuerzo aún. Una profesional que nos traslada plena confianza y con la que, lo sabemos de sobra, podemos contar dentro y fuera de su consulta. Más allá de un diagnóstico y tratamiento adecuados, el trato personal y humano de esa persona la ha convertido para todos nosotros en un indispensable referente a la hora de sobrellevar nuestra enfermedad.
Este escrito, además de querer visibilizar la esclerosis múltiple, tiene como objetivo reconocer el trabajo que desde hace años lleva realizando la doctora Nuria RodríguezFernández, antes en los hospitales de Jerez y Puerto Real, hoy en el Puerta del Mar de Cádiz. Lo hacemos hoy, como podríamos haberlo hecho hace uno o dos años, o dentro de un tiempo, sabemos que ella ha estado, está y seguirá estando, con su inigualable vocación, su decidida ayuda y compromiso, con sus enfermos, con nosotros.
Nuria, gracias, muchas gracias por ser como eres. Sabes que te consideramos más que nuestra neuróloga. Transitar junto a ti este duro camino que nosotros no elegimos es mucho más sencillo sabiendo que te tenemos tan cerca.
A veces, de forma inesperada, la vida nos regala a personas como Nuria.