El varapalo judicial a Las Aletas obliga a otra alternativa para el parque industrial

La Junta pide la reunión urgente del Consorcio con el fin de decidir si el proyecto sigue adelante o se buscan nuevos emplazamientos

Los agentes sociales de la provincia muestran «preocupación y frustración» ante el segundo revés del Supremo

JAVIER RODRÍGUEZ

El proyecto de Las Aletas está tocado de muerte . La segunda sentencia del Tribunal Supremo paraliza la construcción del parque industrial y logístico en la zona de marismas de Puerto Real. El fallo del Alto Tribunal no duda de la necesidad de abrir espacios para el desarrollo económico de la Bahía, pero entra de lleno en un matiz en el que los gestores del proyecto vuelven a tropezar. El Supremo insiste en que la ocupación del dominio público marítimo terrestre implica una justificación muy clara para que la reserva de esa zona sea ajustada a derecho La sentencia aclara que las instalaciones que se plantean para un área de dominio público deben ser aquellas que no pueden ir en ningún otro sitio. No es el caso, precisamente, de un polígono industrial. La sentencia es clara y destaca que por los usos permitidos que recoge el proyecto -logístico, tecnológico, industria no contaminante de última generación, empresarial y de servicios a empresas, científico en función de apoyo a los anteriores- parece claro que no se trata de actividades o instalaciones que, por su naturaleza, no puedan tener otra ubicación.

Este segundo varapalo judicial al futuro pulmón industrial de la Bahía de Cádiz ha llevado a los agentes sociales de la provincia a reflexionar y empezar a plantear otras alternativas donde ubicar el tercer centro logístico de Andalucía . La idea de construir un parque industrial, capaz de concentrar en un mismo lugar buena parte de las actividades empresariales que se encuentran desperdigadas por la Bahía, se gestó en 2003. Fue entonces cuando la Junta de Andalucía pensó en Las Alteas. Se trata de un espacio de más de 500 hectáreas en el municipio de Puerto Real muy bien comunicado por tren y carretera. La finca se encuentra flanqueada por la autopista de peaje con Sevilla y el enlace con Jerez hacia la N-IV.

Igualmente está vertebrada por la línea de ferrocarril Sevilla y Cádiz y está pegada a los polígonos del Trocadero y La Cabezuela. Esta situación convirtió a Las Aletas en el lugar perfecto para ubicar el primer centro logístico de Cádiz y el tercero de Andalucía. La finca de Las Aletas, además, está a tiro de piedra del aeropuerto de Jerez y del puerto de Cádiz y su zona de marismas le permiten la implantación de factorías dedicadas a la acuicultura. La Junta y el Gobierno de la Nación se pusieron manos a la obra en 2004 dando el impulso definitivo al proyecto. Para ello se constituyó un consorcio, donde estaban representadas todas las administraciones implicadas y, más tarde un Consejo Rector, para el seguimiento de lo de las obras. De hecho la consejería de dio luz verde a la reordenación e la finca en 2008 y se llevaron a cabo varias expropiaciones de treno, aún en manos e particulares. Precisamente el proceso expropiatorio fue largo y conflictivo ante los recursos que plantearon los grandes dueños del terreno. Las obras del parque arrancaron en septiembre de 2009 tras cinco años de trámites y reveses judiciales por las expropiaciones. Sin embargo, la ubicación de un polígono en zona de marisma nunca contó con el respaldo de los ecologistas. De hecho, la organización WWF interpuso un recurso ente el Supremo contra esta actuación en la Bahía de Cádiz.

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