Pepe Mejías Exfutbolista
«Fui a vacunarme con mucha ilusión y ganas porque es la única forma de parar esto»
El mito del cadismo lo tiene claro: «Llevamos un año esperando esto y hay que tener esperanza y confianza»
El gran Pepe Mejías (62 años) no es inmortal y por eso, cuando recibió la llamada fue como la del Señor. «Me vacunaron este miércoles pasado. El día antes me llamaron y me ilusioné. Fui con muchas ganas porque es la única forma ... de parar esto», dice orgulloso tras recibir la primera dosis de la AstraZeneca.
«La segunda me toca el 7 de julio, pero no podemos relajarnos ya que debemos ser responsables porque no nos pueden contagiar pero sí que podemos transmitirlo. Por eso la mascarilla sigue siendo vital», explica este mito del cadismo que no entiende las dudas en muchos conciudadanos. «Llevamos esperando la vacuna un año y ahora que la tenemos... Es nuestra confianza, nuestra esperanza para salir de una vez por todas de este infierno», dice con rabia.
Con la primera dosis puesta y a la espera de la definitiva, Pepe Mejías explica que en el caso de la AstraZeneca pueden seguir haciendo vida normal aunque sin olvidarse de las precauciones de la distancia de seguridad, la mascarilla y demás frenos a la expansión del Covid-19. «Ahora, soy más consciente aún de mi responsabilidad», dice Mejías, que se ha vacunado en el centro Los Gallos de Chiclana.
En cuanto a los síntomas de la vacuna, el exfutbolista y embajador del Cádiz CF le quita hierro sin ocultar las leves molestias que ha sufrido. «El pinchazo en sí, tal y como te la ponen ni lo notas, pero es verdad que a lo largo del día ta vas dando cuenta un poco y la sientes. Pero ni picazón, ni nada».
En la misma línea, Mejías admite que «el primer día sí se pasa algo regular. Estás más cansado de lo habitual, sin muchas ganas de nada, pero no es dolor. Es más que te sientes algo raro», comenta.
Él fue preparado y previamente aconsejado para paliar los posibles efectos secundarios que muchos han padecido los días siguientes de someterse al pinchazo. «Me recomendó mi nuera que me tomase un Paracetamol una hora antes de la vacunación y luego ya una más cada 8 horas».
Dos días después, Pepe vuelve a ser Pepe Mejías. «Ya se me ha pasado todos esos posibles efectos secundarios. El cansancio apenas dura medio día», asegura un firme defensor a ultranza de la «vacuna de la esperanza».