Coronavirus
La vacuna de los cincuentones
El astillero de Puerto Real cumple también con la misión adicional de vacunódromo
Una media de 800 gaditanos nacidos entre 1960 y 1966 acude estos días en coche a recibir una dosis de Pfizer en las instalaciones de Navantia
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha ido bajando escalones de forma progresiva en el desarrollo de la campaña de vacunación contra el covid. La llamada para la administración de la vacuna ha llegado en poco menos de dos meses hasta los nacidos en 1966 , es decir, los que cumplen, a lo largo de este 2021, los 55 años. LA VOZ ha vivido en primera persona este proceso, que se inicia en cada centro de salud con el anuncio de la convocatoria en la puerta de acceso.
La presentación del DNI fue suficiente en el consultorio de Valdelagrana, en El Puerto, para recoger la tarjeta que daba acceso a la vacunación el 19 de mayo en el astillero de Puerto Real a las 12.15 horas. El propio SAS informaba en ese documento de que la vacuna sería Pfizer o Moderna. Finalmente fue Pfizer. Junto con este salvoconducto sanitario vinieron atropellados los memes en las redes sociales recordando que cualquier tiempo pasado fue mejor, es decir, toda esa generación que cursó la EGB es la que está pasando estos días por los dispensarios de la vacuna en la Bahía y, especialmente, en el vacunódromo de Navantia.
De hecho, las mofas en facebook para los que superan el medio siglo de vida y han esperado la vacuna con impaciencia se centran en recordar los Juegos Reunidos Geyper , los pupitres de los años setenta y ochenta en el colegio o la bollería típica de la época que se guardaba en la cartera, que no mochila, para el recreo: del Tigretón al Phoskhitos pasando por las ‘carmelas’ rellenas de crema. Todo un repaso nostálgico a una etapa de la vida que regresa a la memoria gracias a la vacuna.
El astillero de Puerto Real se ha convertido por arte del SAS en el vacunódromo de la Bahía de Cádiz y hasta allí llegan a diario una media de 800 personas en coche que superan los cincuenta años de edad. Navantia ha cedido temporalmente el suelo para facilitar y acelerar la administración de la vacuna en Cádiz. El goteo es permanente y gracias a las indicaciones no es necesario activar el GPS para llegar hasta el Bajo de la Cabezuela. Un controlador te recibe en la puerta del aparcamiento y te indica el proceso: «tenga el DNI a mano y colóquese en una de las líneas que vaya quedando libre». Vamos directamente a la línea 3 . El flujo es constate y rápido. Muy rápido. Son seis las líneas habilitadas, que se abren en función de la demanda. Sin bajarse de el coche, una enfermera recoge el DNI, comprueba los datos y y sale con la jeringuilla.
El brazo derecho es el que se utiliza en este caso por ser el conductor y el pinchazo, que no duele, dura un segundo. Un cartel anuncia que la vacuna que se administra ese día es la de Pfizer. A continuación abandonamos la línea tres para permanecer diez minutos dentro del coche en el aparcamiento con el fin de comprobar si hay o no reacción . Las vacunas se encuentran en las neveras del centro de información, habilitado como botiquín, aunque ante cualquier problema están disponibles las instalaciones sanitarias del propio astillero.
Navantia firmó con la Junta de Andalucía a primeros de mes un acuerdo de colaboración para poner medios materiales y humanos al servicio del denominado plan ‘Un millón por semana’ para vacunar a la población andaluza. Para ello, la empresa cedió los terrenos y el avituallamiento para llevar a cabo una vacunación en vehículos a gran escala en el astillero de Puerto Real que comenzó el pasado 13 de mayo.
Capacidad para 2.000 vacunas
La previsión era que en los dos primeros días de estreno pasaran por el vacunódromo unas 1.440 personas en tres líneas continuas de vehículos. La capacidad de las instalaciones permite alcanzar los 2.000 vacunados diarios.
Los colectivos que se vacunan son aquellos nacidos entre los años 1962 y 1965 y todas aquellas personas nacidas antes de 1953 que aún no lo hayan hecho, pero a estas alturas ya se ha extendido a los de 1966 que son convivientes con otras personas que ya están vacunadas y que han sido llamadas en estos días para cerrar así el circulo
El dispositivo permite a los usuarios citados para vacunarse acceder en su vehículo a un área protegida facilitada por Navantia y, tras la vacunación, esperar entre 10 y 15 minutos sin necesidad de bajarse de él bajo la supervisión de profesionales sanitarios.
En virtud del acuerdo con el Servicio Andaluz de Salud (SAS), Navantia ha proporcionado la c onexión eléctrica a los módulos de vacunación , además de prestar vigilancia a través de Seguridad Industrial. Asimismo, el Área Médica presta apoyo en caso de urgencia y colaborará en la dotación del módulo botiquín.
Existe una bolsa de aparcamiento que se ha habilitado como zona de espera en caso de que las personas citadas lleguen antes de tiempo. Además, una vez realizada la inoculación, los vehículos pasan a una zona de descanso durante el tiempo estimado de 15 minutos para prevenir y detectar a tiempo cualquier reacción o efecto secundario a la vacunación.
La Junta de Andalucía ha agradecido la total colaboración y disponibilidad de Navantia para montar este dispositivo de vacunación masiva . Esta acción da continuidad al compromiso de la empresa con la situación sanitaria y a los esfuerzos de la compañía por frenar el impacto de la pandemia tanto en sus centros como en las comunidades en las que se encuentran. Cabe recordar que en 2020, Navantia donó material de protección a centros hospitalarios y utilizó sus capacidades de producción para fabricar protecciones faciales y piezas de respiradores
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