Narcotráfico Cádiz

Fin a la unión de los de Ginés y 'El llanito', los narcos que movían más hachís del Estrecho al Guadalquivir

Una nueva investigación destapa la conexión entre redes de narcotraficantes y desarticula ambos grupos. Ginés González ya está en prisión, el poderoso Gareth Mauro sigue huido en Marruecos

M. Almagro

Hace algo más de un año agentes de La Línea de la Concepción identificaron a un hombre que circulaba en su coche con gran cantidad de material náutico del que se usa para las narcolanchas y con muchos billetes escondidos también en su vehículo.

Siguieron esa pista y se averiguó que el sospechoso 'trabajaba' para la banda de 'El Llanito'. Gareth Maur o , un gibraltareño de 38 años que tiene activa una orden de detención internacional y que se cree que podría estar huido en Marruecos donde, según los investigadores, sus negocios con el hachís le han reportado millones de euros.

Para acumular esas ganancias con las que llevaba una vida de auténtico lujo, y tras haber cogido experiencia como discípulo de otros narcos de la zona como Los Castaña o Abdellah El Haj 'El Messi', se cuenta que Mauro dominaba ya el negocio de los fardos no solo sobre la manera de transportarlos desde la otra orilla y alijarlos en las playas, sino también sobre la forma más segura de darles curso por las aguas del Guadalquivir . Es decir, la tarea completa.

Pero para ello necesitaba logística y sobre todo de la 'amistad' de otra red que tuviera el dominio de esa vía de entrada hacia la Península. Los suyos ponían la droga, y los otros, los de Ginés, dueño del control del río, la forma de hacerlos llegar a los del siguiente escalón.

Hasta que la Policía Nacional y la Guardia Civil en la operación conjunta 'Traboat Gorblan' les ha tumbado esta fusión. Ginés, al que le constan antecedentes por estos mismos delitos e incluso había estado en prisión hace poco por ello, era detenido en febrero en su casa de Coria del Río por fuerzas especiales. Gareth Mauro sigue fugado pero en el operativo han caído sus presuntos máximos colaboradores.

Según la investigación, ya detallada este viernes, ambas organizaciones contaban con «un gran entramado logístico» , mediante el cual transportaban las embarcaciones semirrígidas y los motores de gran cilindrada desde fuera de España hasta naves industriales que estaban situadas en diferentes localidades de Sevilla y Córdoba, donde las preparaban y custodiaban hasta el día de la botadura.

Para realizar esta parte del 'trabajo' contaban con conductores de camiones de gran tonelaje, mecánicos encargados de la puesta a punto de las lanchas, pilotos, embarcaciones y camiones con un valor económico superior al medio millón de euros y utilizados exclusivamente para estas actividades.

La botadura de las embarcaciones la hacían bajo la supervisión de los hombres del clan de Ginés, quienes no permitían que ninguna otra organización se entrometiera en sus planes , ejerciendo su poder en dicha zona de influencia, para lo que contaban con armas de fuego, chalecos antibalas, armas de electrochoque y otros elementos para salvaguardar sus operaciones.

Una vez que las embarcaciones estaban listas se dirigían a Marruecos, donde se producía la carga de la droga para posteriormente traerlas de vuelta a España y descargar la mercancía en las playas gaditanas.

Debido a la dificultad que entraña la desembocadura del río Guadalquivir, la organización contaba con numeroso personal contratado para realizar labores de vigilancia de la zona, así como para sacar el estupefaciente de las embarcaciones. Estas personas eran trasladadas desde la Línea y de la zona de Sevilla, involucrándose ambas redes, unidas estos a los propios miembros de la organización oriundos de Sanlúcar. Una vez finalizada la descarga del alijo, aprovechaban para surtirse de gasolina y víveres, y en algunas ocasiones cambiar a la tripulación de la embarcación, para así volver de nuevo a Marruecos y comenzar de nuevo el ciclo.

Medio centenar de detenidos

Tras la investigación se pudo determinar la localización de las naves de la organización, así como los camiones y remolques utilizados para el transporte. Además se logró identificar a la gran mayoría de los implicados, todos ellos miembros de ambas organizaciones, que se habían unido con la intención de conjugar fuerzas, repartirse las funciones y así aumentar su operatividad en la introducción de los alijos en la playa.

Como resultado de estas gestiones, en noviembre del año pasado, los investigadores interceptaron un primer alijo de 3.500 kilos de hachís en las playas de Huelva, cuando una de las embarcaciones de la organización intentó alijar en Lepe, siendo en ese momento sorprendidos por un dispositivo conjunto de Policía Nacional y Guardia Civil en el que se detuvo a siete personas. «Estos arrestados estaban en clara relación con la organización de La Línea».

Continuando con las investigaciones, en el mes de enero de 2022, fueron detenidas dos personas más, e interceptados otros dos alijos, esta vez en la desembocadura del Río Guadalquivir, con la cantidad total de 2.440 kilos de hachís, así como cuatro vehículos de carga sustraídos y un arma de fuego. Finalmente, el día 7 de febrero, la organización intentó introducir un alijo mediante dos embarcaciones en el Puerto de la Atunara de La Línea, por lo que los agentes establecieron un dispositivo en el que lograron aprehender 4.000 kilogramos de hachís y detuvieron a tres personas que se encontraban custodiando la sustancia estupefaciente en «guarderías». Al día siguiente, los investigadores culminaron la desarticulación de las dos organizaciones criminales más importantes del Campo de Gibraltar y Sevilla.

Como resultado, hasta el momento se ha detenido a 51 personas. 21 de ellos se encuentran ya en prisión preventiva; se han intervenido más de 10.300 kilos de hachís, así como vehículos sustraídos, armas de fuego, ocho narcoembarcaciones y gran cantidad de combustible (1.200 litros), asimismo en los registros se han intervenido 180.000 euros en efectivo.

Durante las investigaciones se ha comprobado el alto poder adquisitivo de los principales responsables, así como una gran capacidad económica para planificar las operaciones, pues su infraestructura iba desde el lugar de ocultación y preparación de las narcolanchas en naves de distintas localidades de Andalucía, su botadura con camiones de gran tonelaje.

Los investigadores también pudieron constatar que parte de los miembros de la organización estaban involucrados en el robo de sustancia estupefaciente empleando medios y armas para su consecución, denominados como 'vuelcos'.

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